sábado, 25 de noviembre de 2023

33.- Contestando una pregunta muy personal

  "Contestando una Pregunta muy Personal"


-Aquello que siempre quisiste preguntar; pero nunca te atreviste a hacer-


Pregunta de Edas (Medio, Telegram):


Me alegra el que mis preguntas ayuden a ampliar el contenido de tu Trabajo y sirvan para aclarar las dudas de los lectores… gracias por tus explicaciones.


Tenia otra pregunta,en el ambito de la curiosidad, sobre la autobiografía esoterica que has publicado estos dias y otros textos leídos aquí, y sobre todo si quieres responder al ser algo personal… ¿te podria preguntar si has contactado con tu chispa divina?...o planteado de otra forma dentro de mi desconocimiento ¿cuantas puertas/velos/guardianes has pasado?... por lo leido por ahí, hay tres:el velo del arco iris,el velo de isis y el del abismo… gracias y perdona por el atrevimiento.



Nuestra respuesta:


Nada de atrevimiento Edas. Estás en tu derecho. Evidentemente solo puedo hablar de mis experiencias personales y, por lo tanto, no me atrevo a rebatir experiencias de terceros; pero solo existe, dentro de nuestra simple forma de verlo, un único Guardián del Umbral. No existen 2, 3 o 9, 33 o 99 iniciaciones diferentes. Solo existe una y justo es cuando despierta la chispa de espíritu o lo que es lo mismo, contactar con el Maestro Interno. 


El Guardián del Umbral no es un Ser, sino un egregor, un medio de defensa que impide que el yo no preparado pueda conectar con el Espíritu divino y volverse loco; es decir, perder su capacidad de herramienta iniciática porque eso es lo que es el yo, un medio material, por decir así, para llegar al despertar de la Chispa de Espíritu. 


El encuentro con el Guardián del Umbral no se produce, del mismo modo en todas las personas y depende de los miedos y la propia imaginación de cada cual. Puede tratarse de una imagen sombría o la figura de un animal o bestia imaginaria o simplemente un vértigo de terror inexplicable. 


Cuando se supera al guardián es porque el yo está preparado y ha perdido el miedo. Lo siguiente que encuentra es la majestad del Yo interno que puede presentarse de mil y una manera diferentes; desde un recién nacido luminoso, un capullo de rosa o un adulto extrañamente confiable; pero tan despistado, como desubicado. 


¿Si he contactado con mi chispa interior? creo que ya te he contestado; pero esto es como hacer ejercicio, un día estás obeso o flacucho y un día, después de varios años, te miras al espejo y te encuentras todo musculado; es decir, se trata de algo progresivo y que se desarrolla sin darnos cuenta. Un día solo existe el yo, la Personalidad; pero cuanto te llega la Iluminación; es decir, se produce la iniciación está el yo con toda su experiencia y otra cosa aparentemente nueva, la chispa del Espíritu recién nacida y a la que el yo debe de alimentar  consigo mismo, su esencia, y ayudarla a dar los primeros pasos en éste Mundo. 


Con el tiempo, el yo va menguando y perdiendo fuerza mientras que el Ser Interno va creciendo y fortaleciéndose hasta que llegado un día, como quien no quiere la cosa, ya no hay yo y solo existe el Ser Interno con toda la experiencia Espacio-Temporal del yo; es decir, el Alma inmortal que eso es la Chispa de Espíritu ha asimilado completamente al yo. Esto es lo que en las religiones se conoce como la Salvación; en tanto que para renacer en el Espíritu se debe de morir para la carne. Ese es el significado de ese simbolismo. 


El Maestro Interno, de forma inconsciente para la Personalidad, va conduciendo al yo en el proceso desde el mismo instante de su nacimiento; es decir, del despertar de la chispa de espíritu y es por ello que también se lo denomina como el Maestro interior. Cristo también es su nombre y todo el proceso relatado se conoce como Cristificación y el resultado final es la resurrección o Transfiguración. 


En ese último instante ya no queda nada del yo y todo es Cristo. ¿En qué situación del proceso me encuentro?, con total sinceridad no sabría decirte; pero sí te puedo decir que, en mí, el proceso aún no ha concluido.


No, no soy un Hermano Adepto de la Rosacruz. Soy un mero Discípulo de la Fraternidad de la Rosacruz que, para que se entienda bien es un mero ayudante. Para los niños sería como un Paje de los Reyes Magos, en el caso de que estos fuesen los Hermanos Mayores de la Rosacruz.


No sé si se entienda.


Aralba R+C


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