domingo, 3 de diciembre de 2023

68.- Eleva tu nivel de persoectiva

  "Eleva tu nivel de perspectiva"


-No sufras a lo tonto y a lo bobo-


Es posible que tu punto de vista se encuentre a ras del suelo y así el horizonte parece tan elevado que resulta inalcanzable.


Supongo que, todavía no sabes por dónde voy; pero sigue leyendo y lo comprenderás. Todos los seres humanos, salvo algunos casos de psicopatía y narcisismo grave, poseemos algún grado de empatía que nos permite ponernos en los zapatos de los demás; pero si no somos prudentes, esa empatía se puede revertir en contra nuestra y hacernos sufrir el sufrimiento de la gente que nos rodea. Lo que trato de decir es que es importante conocer del dolor ajeno y, si es posible, ayudar a nuestros semejantes a sobrellevarlo lo mejor posible; pero se trata de un terrible error el que nosotros carguemos con su sufrimiento.


A ras de suelo poseemos consciencia de hormigas, trabajamos como hormigas y sufrimos como las hormigas; pero como seres humanos poseemos la capacidad de, a voluntad, elevar nuestro nivel de conciencia, nuestro nivel vibratorio y así elevar nuestro punto de vista y perspectiva. Está bien ayudar a las hormigas para aliviar su sufrimiento; pero lo que no es de recibo es que tú cargues, en tus espaldas, con su desdicha y dolor.


Ahora, tú sabes lo que es el Mundo, como está el Mundo y hacia donde se dirige. Vamos, que es un auténtico Caos que se dirige hacia su destrucción, previa a la renovación; porque aunque nuestra perspectiva del tiempo, como especie animal planetaria sea muy cortita, sabemos que éste Planeta se encuentra en perpetua y permanente renovación; es decir, no se encuentra estático y, por lo tanto, nada es para siempre.


Aunque tu cuerpo se encuentra en el Mundo de las hormigas, tu mente debe de codearse con los habitantes de los planos más elevados del Mundo Espiritual. Es de ser poco inteligentes el sufrir a lo tonto y a lo bobo porque toda la gente que te rodea esté sufriendo en tanto que su nivel de perspectiva, su ángulo de visión es tan estrecho que se limita al de una diminuta y pobre hormiga.


No se trata, como dicen por ahí, de cambiar el chip e ir por la vida con una sonrisa de joker, de oreja a oreja. No, porque entre otras cosas eso sería una suerte de subterfugio, una falsedad. Da igual que tu expresión sea sería o sonriente, lo importante es que seas consciente de tu verdadero Estado Espiritual; cosa que se demuestra, no con una apariencia triste de condolencia permanente, sino con tus actos de ayuda a tus hermanos las hormigas. Ayuda siempre, dado que la verdadera empatía no es otra cosa que reconocer como se encuentra la gente que te rodea y determinar, sin que te lo digan, aquello que necesitan y que tú puedes ofrecerles. 


Ante el duelo de tus semejantes no finjas, con tu rostro, dolor y tristeza; eso no es acompañar en sus condolencias al otro. Mantén tu rostro sereno y firme, acompáñalo ayudándolo en sus necesidades más cotidianas. Quizá llevándolo a la cafetería a tomar un café en invierno o un refrigerio en verano; pero lo más importante, derivando la conversación no a la realimentación de la pena sino a asuntos tangenciales, quizá intrascendentes, y que podrían desviar los sentimientos hacia asuntos más alegres y cargados de menos dolor. Ese debe de ser, siempre, el resultado de nuestra empatía, no cargar con las penas ajenas; pero es que, además, es lo más inteligente.


No es cuestión de que vayas llamando a la gente hormiga y tu mirada, de arriba abajo, se convierta en altiva y prepotente. Lo que te pido es que no abandones nunca tu atalaya espíritual y desde ella eches una mano a todos aquellos que te rodean y que aún no se encuentran preparados para abandonar su perspectiva experiencial de a ras de tierra.


El Mundo, en estos instantes, es como un inmenso hormiguero y en el que tú, en tanto que Entidad física, se encuentra plenamente inmerso; pero tu Espíritu se mueve en el Mundo de los ángeles y, por lo tanto, eres capaz de discernir aquello que se encuentra en tu mano poder cambiar de aquello que se encuentra fuera de tu alcance. Cambia todo aquello que puedas cambiar; sobre todo, aquello referente a tu Persona, condiciones de vida y relaciones cercanas pero el resto, obsérvalo como un mero espectador sin que te afecte tanto que te produzca dolor y sufrimiento innecesario.


Hace años, décadas o siglos, el nivel de información de lo que sucedía en otras partes del mundo era escaso o inexistente; por lo tanto la perspectiva, en aquellos días era muy corta, y no se podía conocer la vida y sufrimientos de los individuos que habitaban en zonas lejanas. Eso quedaba limitado a la gente que vivía en una misma Región; generalmente, familiares, vecinos y amigos. Hoy, por el contrario, mediante los medios de comunicación globales, podemos conocer aquello que sucede en las antípodas de donde nosotros nos encontramos ahora; es decir, que si antaño nos podía afectar el sufrimiento de la gente cercana, ahora esa afectación podría multiplicarse por miles y, Querido Amigo, ni tú ni yo, ni nadie estamos preparados para cargar con los pesares del Mundo.


No te estoy pidiendo que seas indiferente al dolor ajeno sino que seas inteligente y sin perder la serenidad, conociendo la realidad de lo que pasa en el Mundo, obres en tu entorno cercano con el fin de mejorar la situación de tus semejantes; pero sin que ese calzarte los zapatos ajenos se convierta en ponerte unas alpargatas de fakir cargadas de pinchos. No te pido que te conviertas en un un pasota indiferente sino en un observador sereno y en un activista prudente y discreto que no se deje llevar por la terrible corriente del sufrimiento ajeno.


Aralba R+C


No hay comentarios:

Publicar un comentario