miércoles, 15 de noviembre de 2023

11.- La Ciencia y la Tecnología no son el Problema

  "La Ciencia y la Tecnología no son el Problema"


-El Problema son aquellos que prostituyen la Ciencia y la Tecnología-


Cualquiera que se haya aventurado a sumergirse en la mitología Rosacruz, conoce que los rosacruces son gente extraña, casi inmortales, y con poderes extrasensoriales fuera de lo común; pero también sabrá que suelen estar rodeados de extrañísimos gadgets para su época; aunque quizá hoy en día nos parecieran algo habitual e incluso digno de algún museo de ciencias.


Esa luz que siempre permanece encendida, espejos mágicos que permiten observar lo que sucede en otra parte del mundo. Dispositivos para observar los astros o determinar la posición geográfica exacta. Microscopios para poder estudiar los mundos de lo diminuto e incluso sofisticada maquinaria para uso en el ámbito sanitario.


A aa Rosacruz siempre se la ha relacionado con la tecnología y el ámbito científico. La prueba es que la Fraternidad siempre estuvo rodeada de científicos que buscaban, de forma altruista, el progreso Humano. El Propio Libro de la Naturaleza es el Laboratorio de la Ciencia, donde los científicos recogen sus más importantes conocimientos.


La Ciencia y la Tecnología es consustancial con la naturaleza inteligente de la Especie Humana. Se dice, a mi modo de ver de forma errónea, que la Ciencia no es el problema en sí; sino el modo en que se usa y, a mi modo de ver, resulta una visión un tanto miope del problema porque la Ciencia no es otra cosa que la misma Naturaleza en acción. El problema no es lo que hacemos con la Ciencia y la Tecnología sino su prostitución por parte de quienes estudian dichas disciplinas; es decir, los científicos e ingenieros y de quienes compran sus servicios.


El Científico y el Ingeniero conocen los límites de la Ciencia y de la Tecnología; y si estas se utilizan para el mal, es responsabilidad de los técnicos y de aquellos que los sobornan para que su trabajo realice cosas insanas y mortales. Así tenemos al Político que desea dominar a sus vecinos y paga a sus ingenieros para que le proporcionen buenos instrumentos de guerra o, quizá, incluso sean coaccionados si se niegan a colaborar con el Mal; y esto, queridos amigos se conoce como cobardía.


Sea como fuere, existe una contraprestación; ya sea económica o de miedo. Existe un comprador, el Poderoso, y un vendedor, el erudito. Si el erudito lo quisiera de verdad, su trabajo no se desarrollaría para poder utilizarse para el Mal. Y a eso se lo denomina como prostitución de la Ciencia. Prostitución de la Naturaleza, porque ella actúa como sabe, como fue programada y son los seres humanos, con capacidad de conocimiento para manipular la Naturaleza y poder económico para manipular a los científicos y técnicos, quienes jugando a ser dioses se comportan como puros y estúpidos diablos.


Recuerden que la Naturaleza es la plasmación, en éste Plano de existencia, de la Madre de todas las Ideas; es decir, Gaia. Todo se mueve en Gaia, dentro de Gaia y con la Energía de Gaia; pero Gaia solo es un reflejo burdo de la Idea que existe y persiste en el Pleroma. 


Cuando alguien fuerza a una mujer a mantener relaciones con hombres a cambio de dinero; a eso se lo denomina como prostitución y a quienes eso realizan se los conoce como proxenetas. El Científico y el Ingeniero que ponen la Ciencia al servicio de la avaricia de los poderosos son los proxenetas y los beneficiarios del resultado final sus clientes.


Por lo tanto, no se trata simplemente del buen o mal uso que se haga de la Ciencia o de la Tecnología; eso es solo una visión parcial e incompleta aunque haya algo de verdad en ello; sino que existe una voluntad de hacer el Mal tanto por parte de quienes pagan como de aquellos que se pliegan a la voluntad del Poder sabiendo, porque lo saben, que su trabajo dará lugar a calamidades.


Quisiera ponerles el ejemplo de Einstein. Todo el Mundo conoce que Einstein, tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, por parte de los Estados Unidos, se lamentó e intentó frenar lo que ya, él mismo había ayudado a poner en marcha. Sí, porque son pocos los que saben que fue el propio Einstein uno de los principales promotores para que esa bomba se desarrollara y no, amigos, no de forma indirecta sino que lo promocionó y se implicó personalmente en su desarrollo. El problema es que cuando el Dragón ha sido liberado de sus cadenas, ya es imposible regresarlo a su jaula.


Por lo tanto, sean conscientes de esa hipocresía que dice que el problema no es de la Ciencia sino de aquellos que hacen uso de la Ciencia y, para que engañarnos, es cierto; pero no nos podemos quedar en ese encogimiento de hombros y decir que se trata de un problema consustancial a la propia naturaleza humana. No, como hemos visto, la cosa es un tanto más compleja y hay que perder el miedo y señalar a los culpables; es decir, a aquellos que trafican, al mejor postor, con los conocimientos de la Madre Naturaleza.


Mientras ese conocimiento estuvo en mano de hombres sabios, los rosacruces, no hubo problema alguno; el problema resultó cuando ese Conocimiento Sagrado de Gaia se vulgarizó poniéndolo al alcance de personas avariciosas, sin escrúpulos y, lamentablemente, poco inteligentes.


Aralba R+C 



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