miércoles, 15 de noviembre de 2023

15.- 777

  "777"


-El Día del Señor gobernando en los planos Material, Emocional y Mental-


Con el fin de comprender la importancia que posee el número 7, el número de la Divinidad, debemos de repasar la correspondencia que existe entre los días de la semana, 7 y los días simbólicos de la Creación, también 7


En el principio, todo estaba oscuro y vacío y reinaba el caos. Éste es el Caso de una burbuja atemporal que se creó en el seno del Eón Sophía. Así el Antiguo Testamento nos dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” 

(Génesis 1:1-2).


Días de la Creación:


Los días de la Creación están relacionados con los días de la semana. El Viernes, que no nos confundan, es el sexto día y está dedicado, curiosamente, a Venus, el Lucero del Alba (Representación de la Consciencia Humana; es decir, la Luz Divina). Ese es el día simbólico de la Creación del Ser Humano y el Séptimo día, que es en el que ahora vivimos, el Sábado, es el día de Saturno, de Satanás y, como bien sabemos, Satanás-Saturno es el Padre de los dioses olímpicos y estos, a su vez, no dejan de ser otra cosa que la principal jerarquía de arcontes. El Señor creo el Mundo en seis días y se fue a descansar, dentro de su propia Creación, dejando el trabajo "plenamente acabado" al cuidado de sus arcontes.


Día 1 (Domingo, el día del Sol) "La Luz"; la Luz es pura Energía, la Fuerza Electromagnética necesaria para dar forma a las Ideas surgidas del Éter.“Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día” (Génesis 1:3-5).


Día 2 (Lunes, el día de la Luna) "La Atmósfera y el Firmamento" Las Ideas comienzan a tomar forma de objetos celestes y a formarse, en algunos de ellos, las condiciones necesarias para que la vida pueda prosperar. “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo” 

(Génesis 1:6-8).


Día 3 (Martes, el día de Marte) "La Tierra seca y las plantas" Hasta ése instante, la Tierra había estado inundada de una espesa neblina acuosa fruto de la interacción de su fuego interior y el agua que la inundaba. Aquí se produce la separación de las aguas de arriba, las nubes, de las aguas de abajo, océanos, mares, aguas subterráneas y ríos. Así se nos dice: “Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno” 

(Génesis 1:9-10).


“Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día tercero” 

(Génesis 1:11-13).


Día 4 (Miércoles, el día de Mercurio) "El Sol, la Luna y las estrellas" la visión del firmamento, el Sol y el resto de los objetos celestes, ya es posible tras disiparse la neblina acuosa, separarse las aguas de la Tierra de la de las alturas. “Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto” (Génesis 1:14-19).


Día 5 (Jueves, el día de Júpiter) "Los animales marinos y las aves" Tras darse las condiciones necesarias, la Vida que se originó en el Agua comienza a colonizar los aires. “Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el día quinto” 

(Génesis 1:20-23).


Día 6 (Viernes, el día de Venus) "El hombre, varón y hembra los creó" Una vez que los cuerpos vivos han evolucionado hacia estructuras cada vez más complejas es que el Demiurgo decide integrarse, mediante su aliento de Espíritu Vital, con su Creación y es entonces cuando surge la Consciencia en determinadas criaturas; en éste caso concreto el Ser Humano. Así, nos dice la Biblia: “Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.”


“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; "varón y hembra los creó". Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”


“Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto” 

(Génesis 1:24-31).


Día 7 (Sábado, el día de Saturno) "Dios, el Señor, descansó" A partir de éste Séptimo Día, en el que el Demiurgo descansa integrado en su propia Creación, es que el acto puramente Creativo de realizar aquí formas procedentes del Mundo de las Ideas, del Pleroma, cesan y el entramado de la Creación y su funcionamiento automático queda a cargo de los arcontes, denominados como las Fuerzas de la Naturaleza o de la Física. El principal de los arcontes es Saturno, en realidad Cronos, el Dios del Tiempo y en manos de él y su jerarquía se encuentra el Destino del Universo, hasta que la Conciencia del Demiurgo, apresada en su Creación, pueda liberarse y resurgir como el Nuevo Adám Celeste. Para finalizar, se nos dice: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Génesis 2:1-3).


El Séptimo día, el Sábado, es el Día de reposo dedicado a la Memoria del Creador que mora en su Creación; y por ser así se considera un día de perfección.


Si el Seis representa el sexto día de la Creación; el séptimo representa el día que Dios descansó. El 7 es un número exclusivo de la divinidad y representa la perfección; aunque como venimos diciendo y, a día de hoy reafirmamos, la Perfección absoluta no existe; pero es evidente que si existe algo que se acerca a esa perfección utópica, es Dios, en tanto que no existe mayor perfección por encima de Él. Si el séptimo día, el Creador, se incorporó a su Creación; el 777 representa al Espíritu presente tanto en el Cuerpo Físico, como en el Cuerpo de Deseos y en el Cuerpo Mental, donde mora el propio Espíritu, valga la redundancia, del Ser Humano. Resumiendo, 777 es la prueba palpable de que Dios vive en su Creación; también en el interior del Ser Humano.


Es el Sexto día cuando el Demiurgo introduce su Chispa de vida en la Creación. La Creación ya estaba viciada desde el inicio (algo que ya hemos traído; pero que seguiremos tratando en siguientes trabajos). 


El Señor actuó en la Creación durante seis días simbólicos, el séptimo, en el que estamos ahora se encuentra bajo la supervisión de los arcontes dirigidos por Satán, Authades el Gran Presuntuoso de los gnósticos, el Falso Demiurgo y Gran Impostor, el Príncipe de éste Mundo.


El Primer 7 es la Chispa Divina actuando en la Materia mediante los cuerpos Químico y Etérico.


El Segundo 7 es la misma Chispa Divina actuando en la Materia de deseos mediante el Cuerpo Emocional.


El Tercer 7 es esa misma Chispa de Dios actuando en la Materia Mental mediante el Cuerpo Espiritual de los seres conscientes, natural emanación del Espíritu de Dios.


Así tenemos que el Demiurgo Creador, aunque supuestamente se encuentra descansando dentro nuestro; en realidad sigue actuando desde lo más profundo de nuestro interior; en realidad, desde el interior de todas las cosas y ese, ese es el profundo misterio que esconde el 777. Así, el 666 es número de Hombre, representante consciente, de todo lo creado mientras que 777 es número de Dios; pero también de Hombre, en tanto que el Creador trabaja desde su interior en la forma de su Chispa de Espíritu o Átomo simiente.


Aralba R+C




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