"El Pecado Original"
-Origen del Drama Cósmico de la Caída-
Que hubo un error Cósmico en el inicio del Universo, es algo de lo que no tenemos duda; ahora bien, que ese error, en lugar de un accidente hubiese sido algo intencionado, es algo que viene torturando a teólogos y filósofos; en tanto que un error para los teólogos es imposible dada la supuesta naturaleza perfecta del Creador. De ahí, la necesidad de crear una fuerza opositora que explicase el porqué la Creación de un Ser Perfecto se echó a perder.
Conforme vayamos viéndolo, veréis como solo es un problema de querer mantener los dogmas religiosos por muy irracionales que estos sean.
Los antiguos gnósticos nos han dejado, respecto a éste asunto, un legado interesante, en cuanto que la historia que nos cuentan es bastante diferente a la reflejada en el Génesis Bíblico. Quizá el Pleroma o Incognoscible, presuntamente omnisciente, estuviese tomando una siesta y no se estaba enterando de nada; pero la leyenda gnóstica nos cuenta que el Eón Sophía, preexistente y eterno como el resto de los eones, a espaldas del resto de los eones; es decir, del resto del Pleroma que no fuese ella misma, decidió realizar un experimento con el fin de poder explicar su propia existencia y, al mismo tiempo, la del propio Pleroma.
Con ese fin, amparándose en la nocturnidad, emanó de sí misma una Criatura eterna e inmortal, el Demiurgo, pura Voluntad, con el fin de que dentro de ella misma, su esférico cuerpo de Eón, y con el fin de no involucrar al resto de los eones del Pleroma, crear una burbuja, a modo de laboratorio, donde recrear el Pleroma con un comienzo partiendo de las propias ideas del Pleroma.
La Idea de Sophía, era construir un Pleroma en miniatura y comprobar como las ideas, en realidad espíritus, se desenvolvían dentro de él.
La necesidad de un Ser, con Voluntad, como el Demiurgo era imprescindible, pues Sophía, en el Pleroma, como todos los eones era pura Idea y no hubiese podido realizar tal proeza, por sí misma, al faltarle la Voluntad de Acción.
Recuerden que el Demiurgo no es una Creación de Sophía sino una emanación de sí mima y, por lo tanto, el Demiurgo poseía las mismas características que Sophía; pero con la voluntad de construir dentro de la propia Sophía, objetos a partir de las ideas del Pleroma.
Así las cosas, el Demiurgo creó un Útero artificial en el propio Seno de Sophía y comenzó a integrar, en dicha burbuja, algunas ideas del Pleroma; pero esas ideas no cuajaban y permanecían estériles e inmóviles; es decir sin vida. Se había creado, dentro de un laboratorio esterilizado y controlado por una serie de algoritmos, denominados como arcontes, un Universo en expansión; pero libre de inteligencia y conciencia. El Demiurgo, con Sophía, habían creado una bomba de relojería que podría perjudicar al Pleroma al completo, en el caso de que la anomalía pudiera expandirse más allá de las paredes del propio laboratorio.
Se encontraban ante un completo desastre. Algo sin vida, completamente artificial, había sido programado para duplicarse exponencialmente como un cáncer; pero sin inteligencia o consciencia que pudiese frenar la expansión en caso necesario.
No quedándole otra a Sophía, se dirigió en busca de ayuda, al Consejo de los eones que, de forma fría y calculadora, tras un largo estudio y deliberación, decidió que la única solución para resolver el problema sería sacrificar al propio Demiurgo con el fin de que su Naturaleza Divina, heredada de Sophía, impregnara la totalidad del Laboratorio y su contenido con el fin de desarrollar consciencia en los objetos inertes, copias de las ideas del Pleroma, y así, desde adentro, poder corregir el Problema; es decir, frenar la expansión y acabar con el experimento colapsando la burbuja y haciéndola desaparecer, previa salida del Demiurgo reconvertido debido a la interacción con los objetos de su propia Creación.
Evidentemente, esto último aún no ha sucedido y nos encontramos en ese proceso de toma de consciencia de la Situación. Falta por descubrir cómo poder colapsar el Universo con las herramientas que hayan de inventarse para tal cometido.
El problema principal es que los arcontes son automáticos e inmutables; pero, además, incapaces de detectar la existencia de una anomalía, por lo que ellos mantienen su trabajo constante, sin pausa y sin la posibilidad de decidir, por propia cuenta, un autoapagado. Somos nosotros, los seres conscientes, con semilla de consciencia, procedente del Pleroma, concretamente del Demiurgo, los encargados de evaluar la gravedad del Problema y administrar la medicina correcta para su sanación.
Lamentablemente, ésta Leyenda gnóstica no deja de ser más que un símbolo de lo que pudo suceder a nivel Cósmico para que la Creación se desmadrara; pero hay una cosa cierta, que se produjo un error por alguien que, en general, presumimos como Perfecto; pero que en realidad no lo es, en tanto que la Perfección absoluta no existe, aunque sí la relativa. En ese sentido, la Creación es más imperfecta que su Creador, el Demiurgo es más imperfecto que el Eón Sophía de quien emanó, Sophía es más imperfecta que el Concilio de los Eones y éste más que el conjunto del Pleroma; siendo éste último, relativamente más perfecto que todos los anteriores y que, con todas las experiencias de sus componentes, va perfeccionando su perfectibilidad sin llegar nunca a la perfección absoluta.
Quizá, casi seguro, ese Pecado Original sea inmanente a la propia existencia del Mundo; en cuanto que, necesita de la dualidad para poder existir y esa dualidad ya, de por sí, contiene el germen de la imperfección y de la lucha por mantener una suerte de equilibrio inestable. Probablemente, el error persistirá por siempre hasta que el Universo colapse, desintegrándose para ser reabsorbido por el propio Pleroma.
Quizá, los seres conscientes en el Universo, no seamos otra cosa que un Arma de destrucción cósmica y nuestro cometido sea construir un agujero negro supermasivo que devore todo lo existente en éste Mundo hasta hacerlo desaparecer como lo hace el agua por el desagüe de una Tina. Quizá estamos programados para construir un artefacto, un Súper Acelerador quizá, que proporcione tanta antimateria como para provocar la completa extinción del Universo.
Aralba R+C
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