26.- Evolución guiada o Creacionismo Interno

  "Evolución guiada o Creacionismo interno"

-Cambiando la perspectiva no existe contradicción-

Ni Creacionismo teológico ni Evolución atea. Ninguno lleva la razón y ambos seguidores se pelean por su error.

Ambas posturas se colocan como observadores desde un punto de vista externo y, en donde o un Ser Todo Poderoso, desde afuera, crea de la nada cosas con arcilla que de algún lado tendría que haber salido; o por otro lado, los evolucionistas cientifistas consideran que el entorno hace que las especies evolucionen adaptándose a unas nuevas circunstancias externas y, por ello, cambiando su aspecto, sin poder explicar, coherentemente, como pudo surgir la Vida por arte de biribirloque. 

La Gnosis, sin algún ánimo de darnos una de cal y otra de arena, nos dice que ambos tienen la razón; pero que se encuentran terriblemente equivocados; en tanto que la Creación del Espíritu se produce desde el interior sin que medie un mago que saque conejos de una chistera y sin que las criaturas tengan, con el tiempo, que ir adaptándose a un entorno histil; ya que es el Entorno el que se adapta, mediante un consenso del Espíriru de las Criaturas, con el fin de que las especies puedan prosperar convenientemente.

Según la Gnósis, todas las cosas ya preexisten en el seno del Pleroma, también conocido como el Mundo de las Ideas. Se trata de un Mundo completamente espiritual y donde no existe ni el Tiempo ni el resto de leyes naturales que imperan aquí. La Esencia del Pleroma es el Éter y Éter es lo que existe en todas partes, también en los mundos creados. Los mundos laboratorio, aún estando separados del Pleroma por la frontera del Mundo Cuántico, están permeados por el Éter y es el Éter el medio que utilizan los espíritus para introducir las ideas en el Mundo de la manifestación espacio temporal.

Es el Espíritu, desde el lado del Pleroma, el que, mediante el Éter, se introduce en éste Mundo rodeándose, a modo de una mariposa, de partículas elementales conformando una suerte de capullo material y, desde adentro, comienza a confeccionar el Cuerpo que la Idea ya traía, previamente programada, desde el Pleroma. Así surgieron las células más elementales en el Planeta y éstas, desde el interior y siguiendo el mismo proceso, en capas, la célula, se va replicando y tomando, cada vez, cuerpos más y más complejos hasta tomar la forma definitiva que traía programada en su ADN. 

Por lo tanto, nada de casualidades ni de simple adaptación evolutiva al ambiente sino transformación mutacional desde lo simple hasta lo muy complejo y definitivo.

Los espíritus, por otro lado, también desde el interior y según su programación, simultáneamente, van cambiando el entorno para convertirlo en óptimo a sus diferentes transformaciones. Aquí vemos que, a nivel espiritual, existe un Trabajo de Equipo para entre todas las criaturas que, desde el interior, sus espíritus las van conformando, convertir el entorno en viable para la vida y para la formas definitivas que traen, previamente, programadas desde el Pleroma.

Ese es el motivo de que el Creacionismo Teológico, sin encontrarse completamente equivocado; en tanto que sí existe un progresivo proceso creativo, desbarre y haga aguas mediante unos procesos de pensamiento poco racionales; pero los evolucionistas, encontrándose muy cerca de la Verdad, sin embargo caen en el error de creer que es el entorno el que va forzando a la Criatura a tomar una forma en contra de su voluntad.

La Gnósis nos dice que existe un Plan Maestro y que ese Plan viene grabado en nuestros genes y que son esos genes, esa información, la que mediante un proceso plenamente organizado y planificado va dando forma precisa tanto a la forma de las criaturas como al entorno en el que ellas deben y pueden vivir.

Por lo tanto, Creación sí; pero desde el interior, cuyo origen se encuentra en el Pleroma, en forma de idea plenamente completada, que atraviesa el Plano Cuántico, mediante el Éter y utilizando las partículas elementales comienza a crearse capas de materia en la forma de un cuerpo en continuo cambio y, ojo, esto es importante, un ecosistema apropiado. Luego entonces, tanto los cuerpos como sus ecosistemas son creados, desde adentro, de forma simultánea mediante procesos de transformación programados y que podemos denominar como mutaciones.

Ese es el principal motivo de que a los gnósticos no les guste utilizar la palabra Evolución, tan cargada de matices que nos llevan hacia el materialismo y la casualidad. Una casualidad que, por otro lado, no existe en el Universo, en tanto que todo está dirigido y programado por una Poderosa Fuerza Espiritual Inteligente y que sabe lo que quiere y lo que está haciendo y esa Fuerza de Inteligencia no es otra cosa que el Pleroma en acción mediante alguna de las infinitas emanaciones de sus infinitos eones.

Creacionismo y Evolución sí; pero No.

Aralba R+C