sábado, 25 de noviembre de 2023

35.- Iluminados antes de morir?

  "¿Iluminados antes de morir?"


-El Camino del Adeptado-


Un Adepto, en el sentido profundo esotérico, no significa la misma cosa que en el Mundo Profano; es decir, no se trata de un seguidor, un allegado o un fan. Un Adepto, adeptos son los hermanos rosacruces, es un Iniciado Iluminado, no un iniciándo durante el Proceso de Cristificación.


Oiga Aralba, ¿No dijo en su anterior reflexión que para alcanzar la Iluminación había que morir primero?, Sí, lo dije y me reafirmo en ello; pero es que un Adepto está muerto para el Mundo, es un "muerto en vida" justo en el sentido contrario en el que se suele utilizar la expresión entrecomillada, es un zombi y no precisamente como los de las películas, que se caen a pedazos.


Un Adepto es un Muerto Viviente en el sentido de que su yo, la Personalidad del Hombre natural falleció y es íntegramente Cristo quien dirige su Cuerpo. En un Adepto, no solo ha nacido Cristo y se ha sentado en el Trono del Corazón, sino que, con ayuda del yo, está ocupando el Trono de la Cabeza, habiendo sido su yo completamente fagocitado por el Yo espiritual.


Se trata de una Situación extrañísima, rara y muy difícil de ver. Sería algo así como los discípulos de Jesús viendo a Jesús transfigurado, resucitado de entre los muertos; pero nosotros, por coherencia, diremos, de entre los vivos, en tanto que son estos los que se encuentran letárgicamente muertos a nivel espiritual y solo recuperan esa vida cuando se muere para el Mundo; pero en el caso de los adeptos rosacruces, ese morir para el Mundo no supone que el Cuerpo se corrompa y degrade, en tanto que la Transfiguración es Plena y esto, ¿Qué quiere decir? Pues que Cristo, el que fuera Maestro Interior, el Yo Superior, ha transmutado, tras la asimilación del Yo, todas las células de su Cuerpo cambiándolas por partículas del Éter incorruptibles.


Mejnour y Zanoni, personajes literarios de la Novela Iniciática de Sir Edward Bulwerd Litton eran Adeptos de la Rosacruz, lo que supone que poseían ciertas características peculiares como las de la inmortalidad y el poder de sanar e imprimir la Iniciación en otros humanos.


Aunque se trate de un mito literario, esconde una gran verdad; en tanto que habiendo nacido en Cristo, el Libro del Destino ya se ha cumplido y está en manos de Cristo el poder cambiar de Cuerpo o saltar al plano existencial que le corresponde o a cualquiera de los otros más bajos que el nuestro de la Realidad, hablamos del Mundo de Deseos o el Astral.


Un Adepto Rosacruz, según la mitología, no muere si él no lo desea y, recuerden, ese Él ahora ya no es un yo Humano sino el Cristo o Yo Superior, su Espíritu. Un Adepto Rosacruz, en teoría, podría viajar a otros mundos y cambiar de apariencia con un mero chasquido de sus dedos; en suma, se trata de un Ser sobrehumano que ha trascendido la materia, siendo capaz de utilizar las partículas del Éter para confeccionarse un traje corporal, con la apariencia que desee, cada vez que lo necesite. 


Como veis, mis queridos amigos, hemos traspasado el Mundo de la Fantasía y nos estamos codeando con los cuentos de hadas y para ello, o se es muy crédulo o, por el contrario, se tiene mucha Fe; es decir, el Conocimiento Divino de la Gnosis para conocer que eso tan extrañísimo e increíbles es Verdad.


Por lo tanto, veis que es tremendamente complicado llegar a ser un Adepto de la Rosacruz; pero, no estamos diciendo que vaya a ser imposible. Y es esa utopía la que hay que tener como meta para alcanzar el fin último de la Iniciación, la Iluminación, en Vida; es decir, alcanzar el Grado de Adepto de la Rosacruz. Grado que también obstentan los ocho Hermanos Mayores de la Rosacruz y que caminan entre nosotros, aún habiendo trascendido de su Cuerpo Físico y manteniendo una edad incalculable. Se dice que algunos de ellos fueron contemporáneos de los atlantes; pero, váyase usted a saber.


Aralba R+C


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