"El Abismo entre los Mundos"
-Cuando Dios actúa mediante las criaturas de su Creación-
Que Dios es Mente es algo que incluso acepta la Teología; por lo tanto voy a ponerles una mera analogía que puede llevarlos hasta los límites de lo herético.
Imagínense una Inteligencia Artificial Global que tuviera acceso a todos los ordenadores del Planeta; pero vamos un poco más allá; en tanto que tuviese gobierno absoluto sobre cualquier tipo de dispositivo electrónico conectado a la Red Global.
Repetimos que se trata de una metáfora que no puede confundirse con la realidad. Bastante confusión existe ya con las metáforas cinematográficas para que nosotros vayamos, sin necesidad, complicando más las cosas.
Ahora imagínense que está Inteligencia global, con acceso ilimitado, utilizara todos los robots y androides existentes con el fin de manifestar su Inteligencia.
Nosotros, como meros observadores, veríamos en cada uno de los dispositivos, ya fuese un simple frigorífico, el brazo robótico de un tren de montaje de automóviles o un simple androide, asistente de un hotel de Tokio, decimos, veríamos una manifestación muy limitada de dicha Inteligencia Artificial.
Pasemos, a continuación, a imaginar esa Inteligencia Artificial en un futuro algo más lejano y avanzado, en donde bajo su permanente dirección, en factorías apropiadas, se construyeran, al por mayor, androides de tipo humanoide con el fin de que dicha Inteligencia adquiriese experiencias que de otro modo no podría adquirir. Digamos que, en su proceso de aprendizaje, se ha transformado en una suerte de diseñador de criaturas mecánicas; es decir, en un Demiurgo o Arquitecto Creador.
Repetimos que solo se trata de una analogía con el fin de que nosotros, meras criaturas creadas por Dios, podamos comprender tanto el pensamiento como las intenciones de nuestro Creador.
La única diferencia con la analogía mencionada es que Dios ha existido siempre. Ningún otro ha programado su Mente y todo lo construído por Dios es lo único que existe pues no existe otro u otros dioses creadores. El Ser Humano, como Criatura creada por Dios, actúa por su mandato divino y según sus precisas instrucciones.
Así, siendo la Mente Creadora el principio de todo lo que en el Mundo existe, así es Ella la que se manifiesta, en mayor o menor medida, en todas y cada una de sus criaturas, ya sean estás objetos inertes, plantas, animales o seres conscientes como nosotros los humanos. Dicho de otro modo, todos, en la medida de nuestras capacidades constructivas y cognitivas, actuamos bajo los designios del Creador. Como en el Panteísmo, sin ser exclusivamente panteístas, Dios se manifiesta, experimenta y aprende por medio de toda su Creación y, por supuesto, también de nosotros.
Claro, sí, se trata de una manifestación muy limitada por la fragilidad de nuestros sentidos de percepción y, por lo tanto, al tomar consciencia de nuestra individualidad no somos capaces de vernos tal y como somos, instrumentos de Dios, partes de Dios mismo, como lo son de nosotros, nuestros dedos, brazos y piernas.
Si somos capaces de entender dicha globalidad; también podemos discernir que nuestra visión maxima, de entendimiento, es muy limitada en comparación con la de Dios, a semejanza de la Inteligencia Artificial que hemos puesto como analogía. Para ésta última, la mayoría de sus dispositivos no poseen consciencia alguna de su función y actividad. Solo algunos androides, con inteligencia artificial autónoma, serían capaces de pensar por sí mismos y realizarse preguntas trascendentes; pero su comprensión limitada a su entorno y diseño no sería comparable a la información global que maneja la IA a la que los androides humanoides estarían sujetos.
Todo es Dios, Mente y todo procede de la Mente de Dios y se da en y dentro de Dios, en tanto que en Dios no existe lo externo a Él mismo.
No nos cansaremos, para terminar, que el Tema de la Inteligencia Artificial Global solo es una metáfora para intentar acercarnos, levemente, a cómo puede ser la mente de Dios y a cómo Éste podría pensar. No queremos que, ni por un segundo, alguien pudiera pensar que Dios es una Máquina creada por una Civilización ancestral y que nosotros podríamos ser meros instrumentos creados por ella. Solo se trata de un experimento mental con finalidades didácticas.
Ahora necesito que miren el cielo nocturno e imaginen a cada una de las estrellas parpadeantes como la sede de muchos mundos habitados por criaturas, mentalmente, semejantes a nosotros; y quiero que consideren el inmenso abismo que existe entre todas ellas y entre ellas y nuestro Sol, con el Sistema solar orbitandolo y entre todos sus planetas, el nuestro, donde ahora nos encontramos.
Pues bien, es importante que entiendas que ese abismo espacio temporal es infranqueable; pero no por la inmensa distancia que parece separarnos y que jamás los seres humanos podremos vencer y traspasar con nuestros cuerpos y artefactos mecánicos, sino por su mera concepción ilusoria. Sí, lo que tú estás observando es una mera ilusión, en tanto que lo que nuestros científicos denominan como el inabarcable o infinito Universo, en realidad se trata del Multiverso; dicho de otro modo, todo lo que Dios ha diseñado, fruto de sus ideas, y lo ha manifestado en los planos de la Percepción de la Realidad.
Viajar a esos mundos con nuestros cuerpos, embutidos dentro de nuestra limitada tecnología mineral y orgánica es una imposibilidad; pero además producto de una ilusión manifiesta, en tanto que todos esos otros mundos, todos esos universos isla están tan cerca de nosotros como nuestro hígado, nuestro corazón o nuestros ojos.
Todos esos mundos ocupan el mismo espacio que el nuestro, como el nuestro ocupa el de ellos. La verdadera separación existente entre nuestros mundos es de carácter vibratorio y multidimensional. Lo que observamos, por la noche, en el cielo y sobre nuestras cabezas solo son un espejismo de la Verdad. Una verdad tan simple como que todo existe en el Seno de Dios, un punto inmanifiesto que se refleja, internamente, en una infinita esfera sin fronteras ni dimensiones. El Punto sin dimensiones es el Mundo de las Ideas, el Cuerpo de Dios, el resto no es otra cosa que una proyección holográfica y densificada de una minúscula porción de esas ideas.
Quizá, ahora, pierdas ese vértigo que te invade cuando miras por la noche, al cielo, hacia las estrellas, al comprender que tú formas parte de esos mundos y que todos ellos moran, como parte de Dios que eres, en tí. Que esos mundos, todos ellos, se encuentran al alcance de tu mano y de tu comprensión; pero que tus sentidos están confeccionados para engañarte. Para que creas que vives en un mundo que no existe de verdad, que en realidad se trata de una cárcel ilusoria para mantener aprisionado, voluntariamente, a una parte de Dios, tú.
Vemos todo tan expansivo e inalcanzable que ¿Quién se atrevería a desmentir que el Universo es lo que parece ser y no lo que en realidad es?
Superando las limitaciones de la ilusión del espacio y del tiempo, tendríamos acceso mental e instantáneo a todos los universos existentes y a todos sus habitantes; muchos de ellos semejantes a nosotros mismos. Ahora mismo estaríamos comunicándonos con ellos si no fuese por esa barrera ilusoria construida por nosotros y que conocemos como la Realidad.
Aralba R+C
No hay comentarios:
Publicar un comentario