"El Fundamento de las verdaderas profecías"
-Sobre profetas, profecías, futurólogos y estafadores-
Como todos vosotros debéis de conocer, debido a nuestras intervenciones anteriores, hemos denunciado las falsas profecía o "profecías" realizadas para que, mediante un elaborado plan a muy largo plazo, convertirlas en realidad. Esto, evidentemente, no son verdaderas profecías, sino una estafa consistente en la manipulación de la historia para conducirla hacia un fin prefijado. Así, el retorno de los judíos a Palestina es una Profecía aurocumolida con el apoyo de poderosos países y diversas sociedades secretas, sionistas, encargadas de conducir al cumplimiento del Reinado de Israel sobre todos los pueblos de la Tierra. Esa, vamos a decir Profecía, está basada en la promesa que Jehová supuestamente realiza, a su Pueblo, en el Antiguo Testamento.
También hemos visto que algo no es una profecía hasta que ésta no se haya cumplido; es decir, se trata de algo harto complicado el prever que algo se vaya a cumplir y se cumpla. En general se trata de especulaciones que terminan perdiéndose en la nada y desacreditando a aquellos que las promulgan colocándolos ante el mayor de los ridículos.
Pero existen ciertos escritos, generalmente procedentes de libros tenidos como sagrados; pero también de místicos clarividentes bien reputados por la Historia, cuyas acertaciones proféticas poseen la fea costumbre de cumplirse. Ya hemos visto que el único modo que existe de determinar que algo es una profecía, es cuando ésta se ha cumplido. No existe otro modo.
Entonces, hablar de profecías, cuando éstas no han tenido cumplimiento, es harto complicado pues solo se puede vislumbrar una Profecía cuando ésta se encuentra en muy avanzado proceso de cumplimiento. Determinar que algo es una Profecía verdadera, cuando solo existen meros indicios, es una imprudencia y una temeridad que suele dejar en mal lugar a sus exponentes, ya sea que sigan vivos o hayan pasado a mejor vida.
Dicho todo lo anterior, se preguntarán. Bien, vamos a aceptar que las profecías verdaderas son una realidad; pero ¿Como puede un Ser Humano convertirse en Profeta?, ¿Que mecanismo existe que pueda permitir la existencia de profetas y, por lo tanto, de las profecías?
Para cualquier profano que no esté iniciado en el misticismo, o no sea un estudioso de Física avanzada es muy difícil de entender el como es posible que, mentalmente, ciertos individuos, en determinados momentos y bajo ciertas circunstancias, puedan desplazarse mentalmente en el tiempo, con el fin de poder ver las cosas que aún no han ocurrido.
Es un proceso que, como podrán ver, es algo muy simple y sencillo de explicar; pero muy difícil de llevar a cabo si no se tiene la preparación adecuada o haber nacido con el Don de Profecía.
Aquí, ahora, no estamos hablando de futurología y para lo que solo se necesita poseer un gran conocimiento de geoestrategia y, eso sí, una particular intuición necesaria para prever ciertos acontecimientos a muy corto plazo. Evidentemente, la futurología no es una Ciencia exacta; pero si se encadenan determinados acontecimientos es más que probable que las previsiones pudieran cumplirse.
Bien, volviendo a nuestro Tema de las verdaderas profecías. Para que una Profecía sea posible es necesario la existencia del Profeta, evidentemente; es decir, de un Clarividente nacido o entrenado y la necesidad de un mecanismo o forma de saltarse las leyes físicas conocidas que tratan sobre la naturaleza del Tiempo.
Comenzaremos por ésto último. El Tiempo podemos considerarlo como una suerte de flecha contínua que posee su origen en un punto denominado presente, lo único que realmente existe en nuestro Plano exoeriencial, y que en un sentido de su recorrido se dirige al futuro; es decir, a lo que aún no ha sucedido ahora y aquí, pero, si es en sentido contrario, va hacia el pasado; es decir, donde los hechos ya acontecieron respecto del presente; es decir, del aquí y ahora. Bien, imaginen esa línea del tiempo con su presente en el centro, la flecha del pasado dirigiéndose hacia la izquierda y la del futuro dirigiéndose hacia el futuro. Es importante, con el fin de continuar con la explicación, que ésta imagen simbólica del Tiempo la mantengan bien fijada en sus mentes.
El Plano Físico, como muchos de ustedes ya saben, es una proyección virtual de Energía, densificada, procedente del Pleroma o Mundo de las Ideas y donde las leyes del Tiempo y del Espacio no proceden. Por lo tanto, parece obvio que el único modo de observar la Línea del Tiempo, en su máximo conjunto posible, es salirnos del Plano Físico, donde imperan las leyes espacio temporales y situarnos en un punto colindante o exterior a nuestro Plano de Existencia y cercano al Pleroma. Ese lugar, como bien saben, se sitúa en la Esfera Reflectora o Agjarta y los rosacruces lo conocen como Shambala, denominada también como la Capital de Agartha y Sede de la Orden Rosacruz o Gran Logia Blanca.
Desde el Plano Físico hasta el Pleroma o Mundo de Dios existen, incluidos el Plano Físico y el Divino, siete sectores subdivididos en diversos subsectores más y que funcionan como una Lente Fotográfica que proyecta las imágenes del Pleroma hasta nuestro Plano existencial. Pues esa Lente imaginaria o virtual posee un punto focal que se encuentra en el Plano o Mundo de la Mente. Sí la Mente es el Punto focal mediante el que se proyecta el Espíritu en nuestro Plano existencial. Ese punto, o un lugar muy cercano a él, es donde el Profeta debe de dirigirse para poder observar la línea del tiempo con cierta amplitud y, por lo tanto, poder observar los acontecimientos que sucederán. La claridad o nitidez de la Profecía dependerá, siempre, de lo cercano o alejado del Punto Focal que el Profeta haya sido capaz de alcanzar; es decir, de la profundidad alcanzada dentro del Plano Mental. Mientras más cercano al Plano de la Mente abstracta mucha más nitidez; mientras más alejado de éste Plano y más cercano al mundo de los deseos, aún en el Plano de la Mente Concreta, menos definición y más nebulosa resultará la Profecía.
Como hemos dicho, el Profeta es alguien que ha alcanzado un Estado del Ser determinado y que le puede venir, de nacimiento, mediante un Don o puede haberse formado mediante estrictas prácticas de meditación enfocadas a alcanzar un cierto nivel de vivencia en los diferentes grados del Plano Mental. También se da el caso mixto; es decir, de aquellos que nacieron con ese Don y durante su existencia lo han ido perfeccionando mediante la práctica mística de la Clarividencia. Práctica que puede ser Estudiada en nuestro "Colegio Invisible de la Rosa Ruiz"; pero también en muchas otras fraternidades y órdenes místicas con diferentes denominaciones.
Por regla general todos los profetas son clarividentes voluntarios cuando se trata de sujetos formados para ejercer la Profecía, independientemente de que hayan o no nacido con dicho Don; pero también existen los profetas involuntarios, cercanos a la mediumnidad espírita, y cuyo Grupo está constituido por aquellos que nacieron con ese Don; pero que no se han preocupado de estudiarlo ni de perfeccionarlo.
Es importante indicar que existe cierta diferencia entre la Clarividencia y la Profecía, en tanto que sus objetivos son distintos. Por un lado la Clarividencia, dentro de la Esfera Reflectora, nos permite leer en el Libro de la Memoria de la Naturaleza lo que da lugar al conocimiento de todos aquellos asuntos que se hayan escrito en él, tanto del pasado humano como del pasado de nuestro propio Planeta y del Cosmos; pero, en modo alguno, nos permite conocer acontecimientos que, dentro de la línea del tiempo, aún no se han producido y que, por lo tanto, no se han registrado en los registros akashicos de la Memoria de la Naturaleza.
El Profeta debe ascender, dentro de la Esfera Reflectora, hasta los límites del Plano Mental con el objetivo de poder observar parte de la Línea del Tiempo que se proyecta hacia el Futuro y que procede del Pleroma o Mundo de las Ideas. De algún modo es como si, desde el Plano Mental, dándose la vuelta observará parte de lo que está planeado para nuestro Mundo; pero aún no se ha manifestado.
Espero, de corazón, que pueda entenderse ahora el proceso que permite que las profecías y los profetas existan. Ésta explicación es necesaria con el fin de que entiendan como es posible introducirnos en el interior de esas profecías que se encuentran en avanzado proceso de cumplimiento; es decir, que podemos especular con los futuros acontecimientos aunque estos aún no se hayan cumplido del todo.
Ya hemos visto, con meridiana claridad, cual es la Bestia del Apocalipsis, en tanto que se encuentra en un proceso avanzado de gestación; si es que aún no se encuentra activo actuando en la sombra hasta que llegue el momento exacto de su manifestación física. Lo próximo que trataremos es acerca de la "Marca de la Bestia" y con la que la mayoría de la Población mundial, salvo algunas pocas etnias marginadas, de un modo u otro, estamos marcados; pero también veremos cómo ese marcaje puede ser más o menos profundo y como, mediante el verdadero arrepentimiento y la contricción, podemos librarnos de la Marca de la Best
ia; pero eso lo trataremos en nuestra siguiente Reflexión.
Aralba R+C
damento de las verdaderas profecías"
-Sobre profetas, profecías, futurólogos y estafadores-
Como todos vosotros debéis de conocer, debido a nuestras intervenciones anteriores, hemos denunciado las falsas profecía o "profecías" realizadas para que, mediante un elaborado plan a muy largo plazo, convertirlas en realidad. Esto, evidentemente, no son verdaderas profecías, sino una estafa consistente en la manipulación de la historia para conducirla hacia un fin prefijado. Así, el retorno de los judíos a Palestina es una Profecía aurocumolida con el apoyo de poderosos países y diversas sociedades secretas, sionistas, encargadas de conducir al cumplimiento del Reinado de Israel sobre todos los pueblos de la Tierra. Esa, vamos a decir Profecía, está basada en la promesa que Jehová supuestamente realiza, a su Pueblo, en el Antiguo Testamento.
También hemos visto que algo no es una profecía hasta que ésta no se haya cumplido; es decir, se trata de algo harto complicado el prever que algo se vaya a cumplir y se cumpla. En general se trata de especulaciones que terminan perdiéndose en la nada y desacreditando a aquellos que las promulgan colocándolos ante el mayor de los ridículos.
Pero existen ciertos escritos, generalmente procedentes de libros tenidos como sagrados; pero también de místicos clarividentes bien reputados por la Historia, cuyas acertaciones proféticas poseen la fea costumbre de cumplirse. Ya hemos visto que el único modo que existe de determinar que algo es una profecía, es cuando ésta se ha cumplido. No existe otro modo.
Entonces, hablar de profecías, cuando éstas no han tenido cumplimiento, es harto complicado pues solo se puede vislumbrar una Profecía cuando ésta se encuentra en muy avanzado proceso de cumplimiento. Determinar que algo es una Profecía verdadera, cuando solo existen meros indicios, es una imprudencia y una temeridad que suele dejar en mal lugar a sus exponentes, ya sea que sigan vivos o hayan pasado a mejor vida.
Dicho todo lo anterior, se preguntarán. Bien, vamos a aceptar que las profecías verdaderas son una realidad; pero ¿Como puede un Ser Humano convertirse en Profeta?, ¿Que mecanismo existe que pueda permitir la existencia de profetas y, por lo tanto, de las profecías?
Para cualquier profano que no esté iniciado en el misticismo, o no sea un estudioso de Física avanzada es muy difícil de entender el como es posible que, mentalmente, ciertos individuos, en determinados momentos y bajo ciertas circunstancias, puedan desplazarse mentalmente en el tiempo, con el fin de poder ver las cosas que aún no han ocurrido.
Es un proceso que, como podrán ver, es algo muy simple y sencillo de explicar; pero muy difícil de llevar a cabo si no se tiene la preparación adecuada o haber nacido con el Don de Profecía.
Aquí, ahora, no estamos hablando de futurología y para lo que solo se necesita poseer un gran conocimiento de geoestrategia y, eso sí, una particular intuición necesaria para prever ciertos acontecimientos a muy corto plazo. Evidentemente, la futurología no es una Ciencia exacta; pero si se encadenan determinados acontecimientos es más que probable que las previsiones pudieran cumplirse.
Bien, volviendo a nuestro Tema de las verdaderas profecías. Para que una Profecía sea posible es necesario la existencia del Profeta, evidentemente; es decir, de un Clarividente nacido o entrenado y la necesidad de un mecanismo o forma de saltarse las leyes físicas conocidas que tratan sobre la naturaleza del Tiempo.
Comenzaremos por ésto último. El Tiempo podemos considerarlo como una suerte de flecha contínua que posee su origen en un punto denominado presente, lo único que realmente existe en nuestro Plano exoeriencial, y que en un sentido de su recorrido se dirige al futuro; es decir, a lo que aún no ha sucedido ahora y aquí, pero, si es en sentido contrario, va hacia el pasado; es decir, donde los hechos ya acontecieron respecto del presente; es decir, del aquí y ahora. Bien, imaginen esa línea del tiempo con su presente en el centro, la flecha del pasado dirigiéndose hacia la izquierda y la del futuro dirigiéndose hacia el futuro. Es importante, con el fin de continuar con la explicación, que ésta imagen simbólica del Tiempo la mantengan bien fijada en sus mentes.
El Plano Físico, como muchos de ustedes ya saben, es una proyección virtual de Energía, densificada, procedente del Pleroma o Mundo de las Ideas y donde las leyes del Tiempo y del Espacio no proceden. Por lo tanto, parece obvio que el único modo de observar la Línea del Tiempo, en su máximo conjunto posible, es salirnos del Plano Físico, donde imperan las leyes espacio temporales y situarnos en un punto colindante o exterior a nuestro Plano de Existencia y cercano al Pleroma. Ese lugar, como bien saben, se sitúa en la Esfera Reflectora o Agjarta y los rosacruces lo conocen como Shambala, denominada también como la Capital de Agartha y Sede de la Orden Rosacruz o Gran Logia Blanca.
Desde el Plano Físico hasta el Pleroma o Mundo de Dios existen, incluidos el Plano Físico y el Divino, siete sectores subdivididos en diversos subsectores más y que funcionan como una Lente Fotográfica que proyecta las imágenes del Pleroma hasta nuestro Plano existencial. Pues esa Lente imaginaria o virtual posee un punto focal que se encuentra en el Plano o Mundo de la Mente. Sí la Mente es el Punto focal mediante el que se proyecta el Espíritu en nuestro Plano existencial. Ese punto, o un lugar muy cercano a él, es donde el Profeta debe de dirigirse para poder observar la línea del tiempo con cierta amplitud y, por lo tanto, poder observar los acontecimientos que sucederán. La claridad o nitidez de la Profecía dependerá, siempre, de lo cercano o alejado del Punto Focal que el Profeta haya sido capaz de alcanzar; es decir, de la profundidad alcanzada dentro del Plano Mental. Mientras más cercano al Plano de la Mente abstracta mucha más nitidez; mientras más alejado de éste Plano y más cercano al mundo de los deseos, aún en el Plano de la Mente Concreta, menos definición y más nebulosa resultará la Profecía.
Como hemos dicho, el Profeta es alguien que ha alcanzado un Estado del Ser determinado y que le puede venir, de nacimiento, mediante un Don o puede haberse formado mediante estrictas prácticas de meditación enfocadas a alcanzar un cierto nivel de vivencia en los diferentes grados del Plano Mental. También se da el caso mixto; es decir, de aquellos que nacieron con ese Don y durante su existencia lo han ido perfeccionando mediante la práctica mística de la Clarividencia. Práctica que puede ser Estudiada en nuestro "Colegio Invisible de la Rosa Ruiz"; pero también en muchas otras fraternidades y órdenes místicas con diferentes denominaciones.
Por regla general todos los profetas son clarividentes voluntarios cuando se trata de sujetos formados para ejercer la Profecía, independientemente de que hayan o no nacido con dicho Don; pero también existen los profetas involuntarios, cercanos a la mediumnidad espírita, y cuyo Grupo está constituido por aquellos que nacieron con ese Don; pero que no se han preocupado de estudiarlo ni de perfeccionarlo.
Es importante indicar que existe cierta diferencia entre la Clarividencia y la Profecía, en tanto que sus objetivos son distintos. Por un lado la Clarividencia, dentro de la Esfera Reflectora, nos permite leer en el Libro de la Memoria de la Naturaleza lo que da lugar al conocimiento de todos aquellos asuntos que se hayan escrito en él, tanto del pasado humano como del pasado de nuestro propio Planeta y del Cosmos; pero, en modo alguno, nos permite conocer acontecimientos que, dentro de la línea del tiempo, aún no se han producido y que, por lo tanto, no se han registrado en los registros akashicos de la Memoria de la Naturaleza.
El Profeta debe ascender, dentro de la Esfera Reflectora, hasta los límites del Plano Mental con el objetivo de poder observar parte de la Línea del Tiempo que se proyecta hacia el Futuro y que procede del Pleroma o Mundo de las Ideas. De algún modo es como si, desde el Plano Mental, dándose la vuelta observará parte de lo que está planeado para nuestro Mundo; pero aún no se ha manifestado.
Espero, de corazón, que pueda entenderse ahora el proceso que permite que las profecías y los profetas existan. Ésta explicación es necesaria con el fin de que entiendan como es posible introducirnos en el interior de esas profecías que se encuentran en avanzado proceso de cumplimiento; es decir, que podemos especular con los futuros acontecimientos aunque estos aún no se hayan cumplido del todo.
Ya hemos visto, con meridiana claridad, cual es la Bestia del Apocalipsis, en tanto que se encuentra en un proceso avanzado de gestación; si es que aún no se encuentra activo actuando en la sombra hasta que llegue el momento exacto de su manifestación física. Lo próximo que trataremos es acerca de la "Marca de la Bestia" y con la que la mayoría de la Población mundial, salvo algunas pocas etnias marginadas, de un modo u otro, estamos marcados; pero también veremos cómo ese marcaje puede ser más o menos profundo y como, mediante el verdadero arrepentimiento y la contricción, podemos librarnos de la Marca de la Bestia; pero eso lo trataremos en nuestra siguiente Reflexión.
Aralba R+C