sábado, 2 de diciembre de 2023

54.- La Trinidad Cristiana

  "La Trinidad Cristiana desvelada"


-El ¿misterio? del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo-


No se engañen, aquí no vamos a exponer la teología teísta de un solo Dios y tres personas distintas. Aquí vamos a dilucidar que tanto el Padre, como Creador, el Hijo como la Criatura (reflejo holográfico de la voluntad del Creador) y el Espíritu (la Mente de la Grecia clásica), no son otra cosa que los tres aspectos fundamentales de una única y misma cosa, Dios, el Yo Soy o Pleroma, el Todo.


Los tres aspectos son consustanciales; es decir, ninguno fue anterior al otro sino que los tres son simultáneis desde el instante cero de la Eternidad hasta el instante infinito de la Eternidad; es decir, que estos tres aspectos de una única cosa; en realidad, la Cosa, son tan eternos e infinitos como su Propietario.


Que Dios es Mente, Espíritu, es algo tan obvio que no requiere de explicación alguna; pero que esa Mente Cósmica es creadora, tampoco podría ponerse en duda, dado que las cosas creadas que denominamos como Creación están ahí para ser sentidas y observadas, del mismo modo que nosotros somos conscientes de nuestra propia existencia.


En nuestra anterior reflexión, respecto a lo que entendemos como Dios, ya explicamos que Dios es tanto el Creador (ideador, diseñador y constructor), el "Padre",  como la Criatura (Nace, Vive "experimenta" y muere) el "Hijo". Tenemos que hacer un inciso para decir que aquí la Palabra "Muerte" la usamos como una obviedad existencial; pero más bien en un sentido de metamorfosis que como dejar de existir para siempre ¿Ok?, Que no nos hemos vuelto escépticos o agnósticos.


Evidentemente si intentamos convertir estos tres aspectos substanciales y primigenios de la Divinidad en personas diferenciadas nos sale un "Misterio" teológico irresoluble; pero los estudiantes rosacruces debemos de ser poco dados a la creencia en Misterios, en tanto que nuestro objetivo es escudriñar en la Naturaleza y en nosotros mismos, navegando en nuestro interior, con el fin de intentar conocernos a nosotros mismos y, por ende, conocer a Dios.


Como los seres humanos somos tan dados a parcelar, dividir o sectorizar, no es extraño que se hayan independizado simples conceptos o atributos, personificándolos hasta extremos absurdos. Es decir, existe una paradoja irresoluble en aquello de un solo Ser constituido de tras personas distintas, como si Dios padeciera del Síndrome de Personalidad Múltiple. Eso pasa por el hecho de que siempre intentamos humanizarlo todo, desde los animales, como en el Antiguo Egipto, como a los aspectos de la Divinidad, como en la Grecia Clásica con Zeus a la cabeza del Olimpo, o en los países nórdicos con Odín gobernando en el Valhalla. Así, esos atributos de la Divinidad, siguiendo el protocolo habitual de la humanización, se dividen en más y más aspectos, proporcionándole una personalidad a cada uno de ellos y convirtiendo toda la estructura en una suerte de panteón de divinidades independientes o independizadas.


Dios, el Pleroma, Todo, el Uno, Yo Soy o como cada cual desee denominarlo, es tanto la Mente Cósmica (el Espíritu Santo), como el responsable de todo lo que ha existido, existe y existirá; es decir (el Padre) y por supuesto también es todo lo que el Uno, en tanto que Todo, contiene y que denominamos como Creación o la Criatura (el Hijo)


Tanto Padre, Hijo y Espíritu, son una sola Cosa y a la que, por costumbre, denominamos como Dios. Vemos que se trata de los tres aspectos fundamentales de la Divinidad, en tanto que Mente Cósmica Creadora y que la sustenta con el fin de adquirir contínuas experiencias mediante sus creaciones, desde la Eternidad sin comienzo hasta la Eternidad sin final.


Entrar en aspectos teológicos teístas del Misterio de la Santísima Trinidad ha producido una ingente cantidad de libros constituidos por decenas de miles de páginas que, en tanto que "Misterio Teológico", no conducen a nada, en tanto que las entelequias teológicas, los misterios, son en esencia imposibles de explicar y, por lo tanto, se encuentran excluidos del Pensamiento Filosófico.


Esperamos que se haya entendido del por qué la Gnósis Cristiana y, por lo tanto, la Rosacruz es Trinitaria; pero nunca en un sentido teológico teísta, sino como la explicación definitiva de que el Pleroma (Dios) es tanto la Mente donde se ubican las ideas, (el Espíritu) como la Voluntad  Creadora (el Padre) y el conjunto de la existencia en los diferentes universos (el Hijo) y todo ello, no deja de ser otra cosa que lo único que existe; es decir, Dios.


Aralba R+C


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