"La Ley de Atracción y el Banco Astral"
-¿El Secreto? y todo aquello que no se cuenta-
Nos gustaría, de veras, decirte que con nuestros consejos conseguirás todo aquello que deseas: No sé, conseguir la novia más bonita o el chico más inteligente, ese auto clásico que deseas o tener el mejor trabajo del Mundo; pero mucho me temo que la cosa no es tan simple como se cuenta por ahí en algunos Best sellers dirigidos a conseguir los deseos de forma sencilla y "sin consecuencias"
Ésta breve reflexión no pretende ser un manual de 1000 páginas acerca de cómo funciona la Ley de Atracción; en tanto que ya existen cientos si no miles de títulos editoriales en el Mercado y, además, nosotros no vamos a hacer propaganda de algo que puede ser contraproducente para el Destino Vital de cada uno.
La propaganda a favor de la Ley de Atracción y del uso del Banco Astral, nos habla de triunfar en la Vida, dominar nuestro Destino y de vivir una vida Feliz; vamos, bueno, bonito y barato; pero como iremos viendo, la cosa no es tan simple.
Efectivamente, según sean de convincentes y profundos nuestros deseos, así atraeremos como un imán, aquellas cosas que tengan afinidad con nuestra actitud vital. También, respecto al Banco Astral, según sean de cuantiosos nuestros deseos, sentimientos y acciones, así se almacenará un déficit o superávit que nos permitirá, en el caso de que exista un superávit, usarlo en nuestro propio beneficio; pero todo esto no sirve de nada, si no tenemos en consideración que existe otra importante Ley Natural y que está ligada a las dos mencionadas, la de la Balanza o Equilibrio.
Si nuestra visión de la Vida es materialista; es decir, no se contempla que lo que realizamos aquí se hace con un propósito trascendente de otro Plano, está bien, conseguiremos resultados a corto plazo; pero ojo, iremos vacíando nuestro Banco Astral y, a la larga, se nos exigirán unos intereses que no podremos pagar por falta de rédito y lo que parecía que nos iba de maravilla, comenzará a ir cuesta abajo; dicho de otro modo, nos cambiará la suerte.
Todo en éste Mundo se rige por la Ley del Equilibrio, en tanto que nuestro Mundo permanece en un equilibrio inestable debido a un movimiento senoidal que va desde un punto cero hacia arriba para luego bajar, de nuevo, cruzar el punto cero hasta un nivel negativo y volver de nuevo hacia arriba de forma cíclica. Esto es muy importante porque en los seres vivos influye en sus biorritmos.
Esto quiere decir que ua actitud poderosa nos puede conseguir nuestros más queridos deseos; pero deberemos de ofrecer algo a cambio para compensar la balanza; de lo contrario, ésta se desequilibrará y entraríamos en un proceso de caos muy difícil de controlar.
Quiero poneros un ejemplo un poco exagerado para que se entienda: Resulta que tu deseo es que un magnífico chico rubio, del que estás colada por él, se fije en tí. Piensas que para ello, lo mejor sería conseguir un superdeportivo que aumente tu halo de autopropaganda y, para ello, necesitas ciertos ingresos que deberás conseguir trabajando. ¿Ok?
Lo primero, dentro de tu trabajo te esforzaras por conseguir un mejor puesto y que esté mejor remunerado, para lo cual harás los méritos necesarios para que tus jefes se fijen en tí y, luego, puedas solicitar un cambio de destino que conlleve una mayor remuneración. Esto, en principio, podría salir bien; pero al ser forzado por un deseo ajeno a tu propio Destino puede suponer que ocupar ese nuevo puesto de Trabajo te coloque en tu punto más alto de incompetencia lo que supondrá una mayor ansiedad por la dificultad que encontrarás para cumplir con tus objetivos y un detrimento en tu calidad de vida, lo que podría impedir que disfrutaras de tu trabajo y que, por el contrario, se convierta en un verdadero infierno.
Cumplido el primer objetivo, dado que ya tienes un poder adquisitivo más alto, lo siguiente, según tu Plan, es conseguir ese Deportivo de tus sueños y por la Ley de Atracción y Afinidad, mira tú por dónde, uno de tus nuevos compañeros tiene un Mercedes deportivo a la venta y su precio, al ser de segunda mano, se encuentra a tu alcance pidiendo un crédito al Banco. Lo que tú no sabes es que tu compañero vende ese auto porque quiere comprar otro de una categoría menor, que le consuma menos combustible y no le salga tan gravoso su mantenimiento. Claro, tú no has caído en eso; pero cumpliste con tu deseo de conseguir el superdeportivo de tus sueños aunque a la larga lo mantendrás aparcado deteriorándose por no poder mantenerlo como es debido; pero bueno, a corto plazo conseguiste el objetivo propuesto.
Los primeros días, haciendo un poco de esfuerzo, te luces con tu flamante automóvil y consigues atraer la atención del chico en el que habías puesto tu interés. Termináis saliendo, os convertís en novios y por último os casáis. Pasado el tiempo, descubres que el muchacho del que te prendiste no es, ni mucho menos, como te lo imaginabas y que dista mucho de ser compatible con tu carácter; pero aún así, tenéis un par de niños y tu vida se convierte en una deprimente rutina casi insoportable, pues has descubierto que el interés por tu esposo era un mero capricho y no estaba llevado por el verdadero amor.
Recapitulando: Ahora, de cara a tus vecinos y familiares, has triunfado en la Vida. Supuestamente posees un magnífico trabajo que en realidad, para tí, es un auténtico infierno. Tienes una magnífica casa y un Auto de ensueño que te está costando mucho pagar y en no menos de veinticinco años; pero lo peor de todo es tu vida sentimental inexistente y que está minando tanto tú propia vida, como la de tu pareja y la de tus dos inocentes infantes; pero eso sí, de cara al escaparate, triunfaste en la Vida.
Mira, nuestros deseos pueden ser el camino prematuro hacia la desdicha y la tumba. Lo mejor habría sido, buscar la Sabiduría que se le concedió a Salomón. La de la sencillez y humildad y dejar que el propio Destino te vaya dirigiendo por tu Camino, no el de tus deseos sino el que estaba, desde el principio, preparado para tí.
Quizá también habrías conseguido todo lo que ahora posees; pero sin la parte negativa, por el mero hecho de que no caíste en las garras de tus deseos. Quizá, sin tú buscarlo, tu Jefe se fijó en tí y te promovió para un puesto de confianza a tu lado y puso todo de su mano para que no alcanzaras tu puesto de incompetencia. Quizá, también, porque se siente responsable por haberte elegido el a tí y no haberlo solicitado tú. Quizá, también, ese Compañero que te vendió el coche, ahora sabiendo que eres la mano derecha del Jefe, incluso te regalé el Auto para hacer méritos contigo. Probablemente lo vayas a tener no más de un par de años; pero te hará ilusión conducir un Deportivo que no buscabas. Y muy probablemente habrías terminado con la misma pareja que tienes ahora; pero libre de ese deseo ciego que, con ansiedad te condujo a conseguirlo. Así, desde el principio veréis vuestras virtudes y vuestros defectos y, con humildad, os conduciréis el uno al otro por un verdadero sentimiento de amor.
Como ves, hemos contado una misma historia, desde muy distintos puntos de vista, en tanto que en uno estaba presente un fuerte deseo por conseguir algo y en el otro la naturalidad de cumplir con el Destino. Ese Deseo, en el primer caso se convirtió en un auténtico infierno y en el segundo en una convivencia armoniosa y libre de ansiedades.
En definitiva y para concluir, esperando que se haya entendido bien, planificar la dirección de las fuerzas de atracción y abusando de nuestro crédito en el Banco Astral, podemos conseguir nuestro Objetivo; pero quizá el pago que tengamos que pagar por ello no nos guste nada. Si por el contrario, todo nos viene por el Destino, Destino que por otro lado nosotros mismos hemos escrito, sin deseos de por medio, todo nos saldrá bordado y sin ansiedades que conviertan nuestra vida en un martirio.
Triunfar en la Vida no es conseguir deseos, bienes y cosas sino cumplir, sencillamente, con nuestro Destino. El ocuparnos de hacer cumplir nuestros deseos nos hace perder un valioso tiempo porque de un modo u otro, de forma libre o forzada terminaremos por cumplir con nuestro Destino. Mientras más intentemos, como Personalidad, salirnos con la nuestra más sufriremos.
Llenemos nuestro Banco Astral con buenos deseos y sentimientos y no hagamos uso de esos bienes inmateriales porque, con toda seguridad, podremos darle el uso para el que están destinados, en el siguiente Plano de existencia. Todo lo que saquemos del banco para usarlo aquí supondrá menos para aportar allá. Y de veras, no querrás retornar a tu Hogar original con las manos vacías.
Es importante saber cómo funcionan las leyes de atracción y equilibrio, así como la verdadera función de nuestro Banco Astral donde se almacena el resultado de nuestro bien pensar y bien actuar; pero otra cosa, muy distinta, es manipularlo para cumplir con nuestros deseos egoístas.
De cara a la Galería podrás pasar por un Triunfador; pero tú sabrás, en tu interior, que has fracasado al desequilibrar la balanza intentando cumplir tus deseos.
Aralba R+C
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