29.- Acerca de la Reintegración de los seres

  "¿Es posible reintegrar la Divinidad en éste Plano de existencia corrupto?"

¡No!, Así de tajante.

Ahora bien, nuestro Mundo no deja de ser otra cosa que un sanatorio integral para que el proceso de regeneración se lleve a efecto una vez cruzado el velo de la Materia; es decir, de Isis.

¿Reintegración del Ser o de los seres? Digamos que en lo que dura el Proceso podríamos hablar, correctamente, de seres; en tanto que aquello que se debe de regenerar para retornar a la divinidad está dividido, nosotros; pero una vez finalizado el Proceso de Regeneración, en el último estadio, ya solo podemos hablar del Ser reconstituido en la Unidad del Todo, en tanto que la regeneración de los seres también supone su fusión celular.

Todos nosotros que, por regla general, como individuos, nos creemos separados unos de otros, en realidad somos a modo de células individualizadas que, en realidad, pertenecen a un único Ser Cósmico, conocido de muchas maneras.

En la Tradición gnóstica cristiana, ese Ser primigenio, eterno y de origen divino, no es otro que el Demiurgo. Sí, el propio Creador de todo lo existente; pero en el propio proceso de Creación se produjo una suerte de accidente, conocido como la Caída. Esa Caída supuso una fragmentación celular del Espíritu del Demiurgo y, con ello, una progresiva degeneración y degradación en los consecutivos cuerpos que el Espíritu fragmentado iba tomando con el fin de manifestar su conciencia.

Mucho hemos tratado acerca de cual pudo haber sido el accidente; pero si algo tenemos claro es que esa fragmentación del Cuerpo de Éter del Espíritu del Demiurgo comenzó con el inicio de la burbuja espacio temporal. La expansión del Universo supuso la expansión y fragmentación del Espíritu del Demiurgo cuyos fragmentos tuvieron que tomar formas físicas individualizadas; pero terriblemente degradadas.

Así, la denominada reintegración de los seres supone, fundamentalmente, dos cosas, la reunificación en Uno de los múltiples fragmentos divididos y la recuperación de la conciencia divina pérdida por tal causa, tras la segmentación.

Así tenemos que dentro de éste Sanatorio de restauración, que el Mundo es, el proceso de regeneración comienza y se desarrolla; pero no puede ser completado en éste Plano de existencia, en tanto que no está preparado para que ello sea posible. Así, éste Mundo, en el proceso de restauración de los cuerpos celestes, supone una suerte de útero del que debe de surgir el Hombre Nuevo, el Demiurgo restaurado, como un único Ser, en la Figura del Adam Celeste o Adam Kadmón de los cabalistas.

Si alguna vez pensaste que, como individuo, tenías una relevancia especial, te encontrabas muy equivocado. Tu actual conciencia es provisional y solo sirve como un medio para dar forma definitiva a la reintegración del Ser del que, como diminuto fragmento, siempre formaste parte. Y ese ser se denomina Cristo y Cristo vive en todas sus criaturas pues todos somos partes de él; pero el Ser no puede retornar a su Hogar de origen, el Pleroma, Dios, si todas y cada una de sus células no han sido, previamente, regeneradas y reintegradas como el único Ser Cósmico que es.

Aralba R+C