jueves, 30 de noviembre de 2023

45.- La otra cara de la Masonería

  "La otra cara de la Masonería"


-Haciendo amigos-


Es cierto, nunca hemos ocultado ser Masón; por aquello de "Una vez Masón siempre Masón". Dar este paso, de información, nos ha supuesto mucho tiempo y esfuerzo. Tiempo porque necesitaba dejar un tiempo prudencial para que mi resentimiento reposara y esfuerzo porque, dentro de la Masonería, tengo grandes amigos y doy Fe de que militan, en ella, muchas buenas personas.


Muchas se mantienen en ella por convicción o adoctrinamiento y otras por simple inercia, en tanto que la Masonería ha calado, de tal modo en sus vidas, que se sentirían como vacíos sin ella. No obstante, la masonería, tal y como hoy existe, no es lo que dicen los masones o sus simpatizantes; pero tampoco lo que exponen sus más acérrimos enemigos.


La Masonería, en teoría, habría que considerarla, por sus fundamentos, como una gran Familia, una Comuna de autoayuda; es decir, una suerte de Mafia; pero no dirigida hacia la delincuencia.


Los masones suelen decir de ellos mismos que la Masonería es una Comunidad de buenas personas preparándose para ser mejores personas. También que la masonería es una Institución donde es muy difícil de entrar; pero muy fácil de salir. Bueno, la mayoría de estos mitos, acerca de la masonería, son simples eslóganes publicitarios que tienen poco o nada de verdad.


Ciertamente la Masonería atrae a buena gente que ha sido tocada por el misterio de la Institución y por sus, ya mencionados, eslóganes. De todas esas buenas personas que entran, por propia experiencia, debo decirles que la mayoría terminan abandonándola en menos de diez años. Otros pocos, como hemos dicho, quedan atrapados en los grados simbólicos, por la inercia y las amistades desarrolladas en su seno. Una minúscula porción de esas buenas personas, terminan siendo acondicionados y al final dejan de ser esas buenas personas que entraron en ella y terminan convirtiéndose en disciplinados y fieles servidores de una Institución que, a ellos, solo los ven como peones prescindibles en un complejo tablero de ajedrez.


Por supuesto que no solo entran, en masonería, buenas personas, esas, como dijimos, solo son una minoría bien intencionada y que creen en la utopía de un Mundo Mejor; por cierto, la mejor propaganda que esgrimen los masones "Luchar por un Mundo mejor en pos de mayor, Libertad, Igualdad y Fraternidad". En la Masonería, la mayoría de la Gente que hacen carrera en Ella, son individuos interesados y sin escrúpulos que no tienen inconveniente alguno en denunciar a sus hermanos con el fin de prosperar en la Institución, alcanzar el máximo grado y codearse con aquellos que dirigen la Institución hacia un Destino oculto; pero decidido en una suerte de supra masonería que es la que dispone los objetivos a conseguir por la logias masónicas, mediante la infiltración de sus subordinados en todos los estamentos sociales; ya sean políticos, militares, vecinales, sindicales o de organizaciones culturales y filantrópicas. Es evidente que, nada de lo que está ahora sucediendo en el Mundo es fruto de algún tipo de casualidad. En las cocinas de la Supra Masonería se lleva cociendo el Nuevo Orden Mundial por generaciones y ahora, la propia Masonería, mediante los masones, es la infantería encargada de promover y endulzar dicho Nuevo Orden Mundial como una herramienta eficaz para constituir sus utópicos objetivos; pero, en verdad, solo se trata de una Estrategia a largo plazo conducente a una nueva Sociedad Estamental y donde la Burguesía, anglófona y sionista, cope todos los puestos de poder a modo de una dictadura mancomunada, en el que los dueños del Capital consigan instaurar su Cielo en la Tierra, a costa de una multitud de sirvientes, más bien esclavos, que luchen para mantener su perpetuo bienestar.


La Masonería surge en el Siglo XVIII, como una respuesta de la Burguesía, incipiente entonces, al despotismo de reyes y nobles; es decir, como una suerte de sindicato mafia; es decir, se crea como una suerte de organización de ayuda mutua, entre burgueses, para defender colectivamente sus intereses, generalmente, comerciales. Con ese fin, se creó la Masonería, en la que el puesto más relevante era concedido a un Noble, generalmente bastardo o venido a menos, también hubo y siguen existiendo reyes, y que por afinidad apoyaba los intereses de la Burguesía. El otro punto importante de la Organización, es que para su afiliación no importaba la religión que se tuviera; por lo tanto, la Masonería nació como una Organización interconfesional, independientemente de la Religión profesada,  para defender los intereses de la Burguesía, mucha de la cual terminaría desembocando en el Movimiento Sionista, en tanto que la mayoría de prestamistas y de comerciantes, no todos, eran de origen judío. No se permitía el ateísmo por una cuestión obvia, en aquel siglo aún no existía el concepto del ateísmo; eso es algo que surgiría después, con la Ilustración y la Revolución Francesa. Si en aquel tiempo, durante la fundación de la Masonería, hubiese habido un número significativo de burgueses ateos, podemos asegurar que sus trabajos, en un comienzo, no se habrían levantado a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.


Como tapadera, la Organización cubrió su oscurantismo y anonimato, primero con una historia inventada "Su origen entre los gremios de los constructores de catedrales góticas" y dándole un significado moral a los símbolos masónicos, basados en útiles de construcción, como son la plomada, la regla, el nivel, la escuadra, el compás, el mazo, el cincel y la paleta o llana. 


Con el tiempo, esa incipiente masonería dieciochesca, fue tomando una estructura piramidal que permitiera la dirección perenne por parte de sus fundadores, descendientes y gente escogida. Para ello se idearon los altos grados caballerescos. Grados que fueron vestidos con símbolos, muchos de ellos místicos, obtenidos de las grandes órdenes religiosas de Caballería, como lo eran, por ejemplo la teutónica, los hospitalarios de San Juán (actual Orden de Malta,) y los Pobres Caballero de Cristo (Orden Templaria, constituida por Bernardo de Clarabal)


Dado su carácter secreto o discreto, según se mire, y su estructura piramidal que impide que los grados simbólicos conozcan aquello que se cuece en los más altos grados, hace de la Masonería una Herramienta de Inteligencia, perfecta, para los poderes imperialistas. Así, hoy en día, existen dos facciones de la masonería, aparentemente contrapuestas pero que trabajan para la misma burguesía sionista, una anglófona de tinte religioso y otra francófona de tinte Laico, ateo si no queremos andarnos por las ramas; pero, repetimos, ambas trabajan para conseguir un mismo fin como si fueran una la Marca blanca de la otra. Ésto se ideó así para que pudieran entrar en las filas de la Infantería masónica también aquellas personas que por ideología no comulgan con algún tipo de Religión.


Los masones, generalmente de buena fe y sin ellos saberlo, se infiltran en los puestos de poder, ya sean políticos, militares u otros, con el fin de promover su ideología de un nuevo mundo donde, supuestamente, deberá de imperar el Bien, en las formas de la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad; pero mis amigos y amigas, quiero que entiendan que eso solo es la fachada. Una fachada que esconde las intenciones de un Gobierno Mundial en la sombra que busca imponer, mediante la manipulación, sus tésis ideológicas con el fin de permitir un gobierno más holgado y fácil de los de siempre; es decir, un Gobierno más controlado y sin interferencia de luchas sociales y de clase.


Ésto conduce a una supremacía sionista anglosajona sobre el resto del Mundo y que no es otra cosa que el Nuevo Orden Mundial, la perpetuación del Imperio Anglosajón,  que nos están imponiendo a todos los habitantes de la Tierra. Claro, gracias a la ignorancia y desidia de la mayoría de nosotros y que hemos venido siendo acondicionados, para aceptarlo, desde la cuna. Para ello vienen utilizando los medios de manipulación masiva y todos los engaños que os pudierais imaginar como el Cambio Climático, la defensa contra asteroides o hipotéticas invasiones extraterrestres, pandemias destructivas, guerras contra enemigos inventados…, todo ello sin importarles, un comino, la vida humana.


Bien, sabemos que todo lo que está sucediendo ya está muy adelantado y es prácticamente imposible el que lo podamos evitar; pero eso no significa que debamos, a título personal, de aceptarlo.


Que no os engañen con el apocalipsis, satanás y otras milongas míticas. Todo es mucho más simbre. Se nos viene encima un nuevo Paradigma, un Cambio de Era y los que venían dominando el Mundo, en la Era anterior de Piscis, el inhumano capitalismo, desean seguir manteniendo sus privilegios en la Nueva Era de Acuario. Si se lo permitimos, lo conseguirán sin mayor traumatismo social que habernos comido el coco. Bueno, alguna guerrita por acá, algún terremoto por allá, mediante armas tecnológicas, o alguna epidemia por acuyá, y estaremos dispuestos a cederles nuestra libertad personal a cambio de una supuesta e inexistente seguridad.


Por cierto, no es tan difícil entrar en la Masonería si tú posees alguna habilidad que ellos buscan, como pasó en mi caso, que procedía del mundo rosicruciano. En tu caso, si posees una carrera universitaria o eres un activistsa político o social también lo tendrás fácil. Tampoco es nada sencillo salir de la Masonería, sobre todo si has ocupado algunos cargos y subido a determinados grados, donde se discuten cosas que están vetadas para los grados inferiores. Ésto lo digo por propia experiencia. En ambas obediencias intenté salir del mejor modo posible y las presiones para que no lo hiciera fueron insoportables y hasta miedo da contarlo. En el primer caso, hasta tuve que poner un contestador automático en el teléfono para filtrar las llamadas, dada la insistencia. En el segundo caso, en otra Obediencia, después de varios intentos por abandonar de buen modo, ante la imposibilidad tuve que dar un portazo y salir, como quien dice, por la puerta trasera, de mala manera y sin guardar la compostura. Te presionan mucho para que no te marches y quien diga lo contrario les está mintiendo.


Muchos, como yo, terminan su relación masónica, a su pesar, mediante la Irradiación, una suerte de excomunión de la que, al parecer, ni el propio interesado se entera salvo que intentara regresar a la Institución, en alguna de sus diversas obediencias y multitud de logias. A día de hoy, por ejemplo, no tenemos ni idea de si nos encontramos irradiado en una o en ambas obediencias; pero nos da lo mismo, porque la verdad loco estaría si quisiera regresar a un Lugar donde nada se nos ha perdido.


Sin acritud y sin personalizar, con la única misión de divulgar simple y mera información. Mis amigos, amigos siguen siéndolo muy a pesar de que sean masones o no.


Aralba R+C



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