"Intrigas tabernarias"
-Lo que nadie te contará acerca de la Masonería-
Como anécdota diremos que la Masonería nace en 1717 en la Taberna londinense "El Ganso y la Parrilla", como si, a partir de entonces, los masones estuvieran condenados a entenderse entre jarras de cerveza y copas de vino tinto.
Todo el mundo debería de conocer que en los templos masónicos, cuando se concede la palabra, se puede hablar casi de todo, menos de Religión y de Política; pero os puedo asegurar, que he escuchado de Religión, de Política y hasta de fútbol; pero esto son circunstancias excepcionales y que no vienen, ahora, a cuento.
Dentro de los templos masónicos, como norma general, se respetan la reglas y los hermanos, se suelen reprimir lo suficiente como para no romper dicho Landmark; pero ¿Quienes han dicho que la masonería solo se trabaja en el interior de los templos?
Por nuestra experiencia personal, las decisiones importantes, dentro de la masonería, ya están tomadas antes de comenzar los trabajos de Templo y sí, lo habéis adivinado, se toman por parte de una camarilla en un bar, una cafetería o una taberna, entre vinos y cervezas y aquí sí, se habla de Política, de los amoríos del Rey y de lo que haga falta.
Se habla mucho de la democracia interna dentro de las logias; pero solo se trata de una representación dramatizada de cara al respetable, en tanto que lo que se va a determinar en el Templo ya viene previamente decidido. No, no digo que eso sea ilegal; pero, a mi parecer, resulta inapropiado y bochornoso.
Os voy a poner un pequeño ejemplo, real que sucedió, para que tengáis una idea de las intrigas internas que se producen en la Masonería, fuera de los templos masónicos; pero que repercute, después, en las decisiones tomadas dentro del Templo.
Partimos de que las decisiones, dentro del Templo, son perfectamente democráticas; es decir, los trabajos a realizar se deciden entre todos, y la opción a tener en cuenta es la que saque la mayoría. Hasta aquí nada que objetar.
Ahora imaginaos, es un ejemplo, que se va a elegir al Venerable Maestro para el año masónico entrante. Lo primero que sucederá es que habrá una lista para que se apunten aquellos de los hermanos maestros masones que fueran elegibles. Hasta aquí todo igualmente bien.
Lo que sucede es que entre que se confecciona la lista de candidatos a Venerable Maestro y la fecha exacta de las elecciones, hay una serie de extraños movimientos, en pasos perdidos (fuera del Templo), que se dan por parte de ciertas camarillas que, de antemano, ya conocen cual es su Candidato perfecto, y esas reuniones se suelen dar en bares, tabernas y cafeterías cercanas al Templo, antes y después de los trabajos oficiales.
Por supuesto, esas camarillas, en sus reuniones no oficiales no contarán con otros que no sean afines a sus decisiones premeditadas. Ésto supone que, después de un periodo de intrigas en tales locales de ocio, el Venerable Maestro, repetimos que se trata solo de un ejemplo, ya está previamente decidido quién será antes de comenzar los trabajos de Templo y en el que, ahora sí, participarán todos los hermanos y de los que, muchos de ellos, la mayoría, no tendrán la más remota idea de lo que viene decidido, entre bambalinas, mediante oscuras intrigas.
Cuando llega la hora de votar, los que ignoran la trama pertrechada, votarán en consciencia y libremente por uno u otro candidato; pero todos los miembros de la Camarilla votarán en bloque por su Candidato preferido que, sumado a los votos desperdigados del resto de hermanos, por regla general, darán como ganador al Candidato surgido de las intrigas tabernarias.
Ahora imagínense, esto también es real, que uno de los candidatos, no seleccionados por la Camarilla de conspiradores, conocedor del percal, luego os puedo contar el por qué, se esfuerza en promover su candidatura, haciendo valer, en el Templo, su currículum y méritos previos.
Ésto, como digo, en realidad sucedió en una Logia Masónica, saliendo elegido el Hermano que se propuso a sí mismo al margen de las decisiones de la Camarilla. Contra todo pronóstico el Hermano que se postulaba salió elegido y a partir de entonces comenzó su breve calvario de un día, dado que todos los miembros de la Camarilla le hicieron el vacío y le dieron de lado; es decir, se negaron a formar parte del Equipo de Trabajo del nuevo Venerable Maestro recién elegido; de hecho, la mayoría de ellos ni siquiera acudieron al Acto de Investidura. Por lo tanto, el Hermano en cuestión, tuvo que agenciarse un equipo inexperto entre los nuevos maestros masones y al siguiente día de la elección, el nuevo Venerable se encontró con que iba a tener una veneratura, de todo, menos agradable, llena de reproches y zancadillas.
Así es que, ni corto ni perezoso, viviendo lo que estaba viviendo, por un día, y viendo lo que se le venía encima como venganza por haber actuado a espaldas de la Camarilla, decidió por las bravas dar por finalizada su trayectoria masónica, dejando a la Logia descompuesta y sin Venerable Maestro.
Lo que sigue ya es otra Historia que yo no podría contar, dado que ese Venerable Maestro por un Día fuí yo mismo, el Hermano "Cagliostro" y, por lo tanto, no sería testigo de lo que aconteciera.
Aralba R+C
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