74.- El Cristianismo sigue en construcción

  "El Cristianismo sigue en construcción"

-La reinvención de la Gnósis Cristiana-

Vamos a comenzar, con esta Reflexión, uno de los trabajos más ambiciosos y peligrosos que hayamos emprendido nunca. Algunos nos dirán que podríamos y deberíamos de callar; pero entonces, como Jonás, antes de ser tragado por el pez estaríamos incumpliendo con el mandato divino de nuestro Ser Interno.

Nos consta que durante las pasadas décadas, por envidia hacia nosotros, nos hemos creado enemigos de todo tipo y condición que han echo todo lo posible por ponernos tropezaderos en el Camino. Porque, aunque pudiera parecer paranoia, no se nos caen los anillos al decir que hemos sido conscientes de los más duros ataques psíquicos, contra nuestra Persona, que hemos sufrido de parte de algunos "Seres Humanos Arquetípicos profundamente dormidos"

Durante toda nuestra vida algún, "paquito, toribio, miguelito y goyito…", nos han complicado, a mi parecer, demasiado la existencia, hasta hacernos llorar y suplicar a Dios; pero por desgracia, nos ha tocado comprobar, en algún caso, como la desgracia terminaba cebándose en ellos, pagando de forma indirecta, todo el mal que me habían procurado. Os puedo asegurar que, jamás, he realizado algún Ritual de Defensa Psíquica ni he proyectado algún sentimiento de odio hacia dichas personas, sino todo lo contrario, dado que, de mi parte, fueron perdonados sin haberse ellos arrepentido de sus malas acciones, totalmente injustificadas, hacia mi Persona.  

Digo todo esto, casi sin venir a cuento, para que aquellos que nos siguen, aún teniéndonos animadversión, se cuiden mucho, por su bien, de intentar cometer ataques psíquicos, o de otro tipo, contra nosotros, en tanto que lo que vamos a acometer a partir de hoy, es completamente necesario, a pesar de que les puede disgustar, molestar e incluso cabrear.

En éste caso, digamos que "El que Avisa no es Traidor"; en tanto que quienes nos atacan, haciéndonos daño y produciéndonos dolor, son "Seres Humanos Arquetípicos profundamente dormidos"; pero, al parecer, nuestro Ángel Guardián, un aspecto protector de nuestro Cristo interior, perfectamente consciente de sus acciones quirúrgicas, es, desgraciadamente para nuestros atacantes, en extremo belicista, eficiente en su trabajo y peligroso de narices. Así es que, les pido por favor si lo que sigue les molesta, y tienen a bien su integridad física y psíquica, se mantengan al margen, dejen de seguirnos y cuiden sus pensamientos tóxicos. Se tenía que decir antes de comenzar lo que sigue.

Saulo de Tarso era un miembro de la Comunidad Judía, cuya profesión consistía en recaudar los impuestos para la Roma invasora de Israel. Saulo de Tarso, posteriormente Pablo, no conocemos si alguna vez conoció a Jesús en persona y ni siquiera si oyó hablar de Él; pero lo cierto es que un día, cabalgando hacia Damasco, con el fin de cumplir con su cometido profesional oyó una voz, mientras caía de su cabalgadura y quedaba cegado de forma temporal, la voz de Cristo, conminándolo a dejar de perseguir a los seguidores de Jesús, arrepentirse, seguir él mismo los pasos de Cristo y crear su Iglesia para la posteridad.

El Cristianismo Primitivo fue una Creación de Pablo, no de Pedro ni de ningún otro. Un Cristianismo que, con el paso del Tiempo, pasaría a transformarse, de la manos de un "Pedro" reinventado y de los primitivos padres de la Iglesia, correligionarios de Comstantino, en la Religión Oficial del, ya decadente, Imperio Romano.

El Nuevo Testamento, en realidad, se trata de una colección de escritos, algunos de ellos epístolas del propio Pablo y otros, fundamentalmente los cuatro evangelios, una serie de relatos que tratan sobre la Vida de Jesús. Lamentablemente, la mayoría de su contenido son copias unos de los otros con pequeñas variantes, considerándose el Evangelio de Marcos cómo la base sobre la que se construyeron los otros evangelios, salvando el de Juan, cuyo contenido gnódtico y místico parece innegable. 

Es cierto que cada uno de los evangelios tienen su propias peculiaridades y cuentan la misma Historia, desde una perspectiva diferente; pero un buen copista independiente habría podido condensar el Trabajo de los cuatro evangelistas, con el fin de obviar repeticiones innecesarias, en uno solo y no habría pasado nada.

Tanto Pablo como Juan, los dos escritores fundamentales del Nuevo Testamento, son considerados como gnósticos, aportando importante base doctrinal para la formación milenarista del Cristianismo Primitivo. Muchos del resto de los escritos que lo completan podrían pasar, de una forma anecdótica, como meras referencias historiográficas añadidas.

Dicho todo lo anterior podrían decirme, con toda la razón, que si el Cristianismo que conocemos puede simplificarse en los trabajos de Marcos (la Historia de Jesús), Juan (su Enseñanza Mística) y Pablo (la Organización de las Iglesias) ¿En qué quedaría el Nuevo Testamento? Prefiero, de momento, que sean ustedes quiénes contesten a ésta importante pregunta.

Por otro lado, entendemos que el Pentateuco Judío, el conocido como Antiguo Testamento de la Biblia, junto a libros apócrifos como los Macabeos, son un añadido justificado solo por la ascendencia judía, tanto de Pablo, el Fundador del Cristianismo, como del mesiánico "Rabino Taumaturgo" Jesús en el que se inspirara; pero si se estudia con total detenimiento, se puede comprobar que el Antiguo Testamento, para el Cristianismo, es más una loza, proveniente de los primitivos judíos cristianos, que algo necesario para la formación de la Iglesia de la Nueva Dispensación. Claro que, si de la Biblia Cristiana se eliminara el Pentateuco y algunos de los libros del Nuevo Testamento, su literatura habría quedado reducida a unos pocos panfletos y manifiestos. Eso, si se pretendía convertir al Cristianismo en la nueva Religión, monoteísta, de Roma, no podía ser.

Así el Cristianismo Primitivo, generalmente una Filosofía gnóstica, procedente de la herencia grecorromana y mitraica, fundamentada en la figura rabínica de un Taumaturgo tal Jesús de Nazaret y con tintes budistas e hindúes, tenía que mantener, en su Canon, unos escritos, procedentes de la Antigua Sumeria, compilados en Egipto y manufacturados en el Camino a Palestina, la Tierra Prometida; con el fin de aportarle, a la nueva Religión, un origen arcano que pudiera remontarse hasta la primera Civilización conocida por el Hombre.

Bien, lo expuesto anteriormente dió lugar, gracias a los favores del Emperador Constantino, a lo que hoy conocemos como la Iglesia Cristiana de Roma y que, a los pocos siglos de fundarse, debido a la división del Imperio Romano, se fragmentó en la Iglesia Católica Occidental Romana y la Iglesia Ortodoxa Oriental Bizantina.

Pero, ¿Alguien puede creerse que un Movimiento Filosófico tan extenso cómo fue el Cristianismo Gnóstico puede haber llegado hasta nosotros en la forma de unos pocos legajos que pueden leerse en unas pocas horas?; La cuestión es que muchos, la inmensa mayoría, de los escritos cristianos primitivos fueron desechados por los compiladores del Nuevo Testamento, los denominados Padres de la Iglesia, con el fin de mantener cierta coherencia historiológica, por un lado, y que no pusieran en duda la continuidad política del Imperio Romano; de ahí, lo de "Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del Cesar"; un César que para los gnósticos, en tanto que Representante Físico del Imperio, no podía ser otro que el arrogante presuntuoso de Authades o, al menos, su representante humano para con el resto de nosotros, los Mortales.

Así, el Cristianismo bíblico que ha llegado hasta nuestros días, a pesar de la fallida reforma Protestante que liderara Lutero, es una Filosofía Gnóstica incompleta, dado que sus escritos originarios fueron destruidos o, gracias al buen hacer de sus depositarios, condenados al ostracismo de su ocultamiento por siglos.

Así, nos atrevemos a decir, no solo que la Biblia Cristiana solo es una colección humana de escritos religiosos seleccionados a conveniencia, sino que habría que hacer borrón y cuenta nueva para constituir una nueva Biblia que desechará tanto el prescindible Pentateuco Judío como el resto de relatos añadidos y que no aportan nada, para, con posterioridad, añadir una gran parte de los libros gnósticos que han tenido la fortuna de sobrevivir y llegar hasta nosotros. Solo así podría rehacerse la verdadera Biblia Cristiana. Una Biblia Gnóstica y fundamentada en la verdadera predicación de Jesús de Nazaret y de sus verdaderos seguidores y discípulos. Es por ello que tenemos el atrevimiento de decir que el Verdadero Cristianismo aún sigue en construcción y hasta que no se reúna un equipo multidisciplinar de exégetas imparciales que seleccione los libros gnósticos que le faltan al Nuevo Testamento, sin caer en incoherencias, y se eliminen los libros repetidos, sustituyéndolos por una única Biografía consistente de Jesús de Nazaret y su relación con la Sabiduría de Oriente (Chrisna y Buda) y de Occidente (Pitágoras y Platón), no podremos conocer el verdadero Libro Sagrado del Cristianismo gnóstico, su verdadera Biblia.

Aralba R+C