miércoles, 15 de noviembre de 2023

3.- La Envidia, el principal freno de la Humanidad

  "La Envidia, el principal freno de la Humanidad"


-Cuando la Envidia impide el progreso-


La Envidia es uno de esos tópicos típicos que se le atribuyen a los ciudadanos españoles; pero lo cierto es que, independientemente de los diferentes niveles, la Envidia es, por decir así, el pecado más frecuente entre todos los seres humanos.


La Envidia es como una sibilina enfermedad que carcome, desde el interior, haciendo que sus víctimas realicen actos punibles que de otro modo no realizarían.


Pues bien, estos actos que provoca la Envidia es lo que impide que el progreso de la Humanidad sea más visible; es decir, se traduzca en hechos tangibles.


La Envidia se manifiesta mediante hechos y palabras, impidiendo que determinados proyectos lleguen a realizarse y acusando a los emprendedores de demagogos inútiles; esto es lo que se denomina como poner varas en las ruedas o colocar la zancadilla para que quien va andando o corriendo se pegue estrepitosamente contra el suelo.


La Envidia se nota en frases tales como "Ese Tipo no sabe escribir"; "Solo se le ocurren ideas inútiles que no sirven para nada"; "Mejor no hagas nada y deja las cosas como estaban, porque lo vas a empeorar". A cualquiera de nosotros se nos podrían ocurrir mil frases mal intencionadas, como éstas, y que lo único que pretenden es frenar al Creativo con el fin de que no continúe con su trabajo.


Todos, de un modo u otro, hemos sufrido en nuestras carnes los efectos nocivos procedentes de la gente envidiosa y, lo peor de todo es que no puedes hacer nada, salvo evitarla y conducirte por caminos que no se crucen con los suyos.


Lo malo de todo éste asunto es que la Envidia es una Enfermedad tan generalizada que vayas por donde vayas, vas a encontrarte con éste tipo de gente. Pues bien, ese intentar evitar a los envidiosos y sus actitudes tóxicas es el principal motivo de que se frene el Progreso Humano; en tanto que la pérdida de tiempo que se provoca es enorme.


Lo peor de todo es que, en muchas ocasiones, el envidioso no es capaz de verse como es en realidad; porque de hacerlo, sentiría el más espantoso de los ridículos al verse retratado como un envidioso que siendo incapaz de realizar la O con un canuto, pretende que los demás, quienes quieran que sean, permanezcan tan ignorantes e inactivos como ellos. Sí, porque la Ignorancia es muy atrevida y, desgraciadamente, es el principalísimo ingrediente de la envidia.


La cosa sería así "Yo soy un vago inútil que no sirve para nada; pero como me considero el Ser más importante del Universo, debo impedir, con cualquier medio a mi alcance, que nadie de mi alrededor sobresalga y me haga sombra"; en realidad, ni siquiera ese pensamiento pasa por la mente de aquellos que sufren la Enfermedad de la Evidia, porque eso solo existe a nivel subconsciente; es decir, el envidioso no es consciente de estar sufriendo de envidia y si alguien intentara hacérselo ver, reaccionaría de forma contundente y agresiva.


Os propongo un pequeño ejercicio personal e intransferible: Que meditéis profundamente con el fin de investigar si la Envidia anida en vuestro corazón. Solo descubriendo que ésta enfermedad os está afectado, es posible tomar medidas para erradicarla de vuestra vida.


Recordad que la envidia provoca en sus víctimas la paralización, tanto de las ideas como de las acciones, interrumpiendo tanto el progreso particular, como seres individuales, como general, en tanto que seres colectivos. Por otro lado, es inútil que juzguéis a nadie de envidiosos, dado que no sirve para nada y tampoco dice nada bueno de vosotros.


Estas palabras se han dictado para que cada uno, de forma particular, realice introspección y descubra si está sufriendo de envidia hacia otras personas. Solo conociendo éste hecho, podremos administrar la medicina requerida y que no es otra que la de:


"Vive, deja Vivir y no te metas en lo que no te llaman"


Aralba R+C

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