5.- El origen de lo heterodoxo

  "Gnósis, la Herejía atemporal"

-El origen de lo hererodoxo-

"La palabra (Hereje) proviene del latín haeretĭcus, que a su vez procede del griego αἱρετικός (hairetikós), que significa 'libre de elegir'."

"La Palabra Heterodoxia muestra encontrarse en desacuerdo con los principios de una doctrina o que no sigue las normas o prácticas tradicionales, generalizadas y aceptadas por la mayoría como las más adecuadas en un determinado ámbito, ya sea social, político o religioso."

Durante el último medio siglo venimos escuchando, sobre todo en ambientes relacionados con la masonería y el rosacrucismo, el Término "Pensadores Libres" como una forma de definirse, sus seguidores, respecto a determinadas ideas, ya sean de carácter político o religioso.

Como ya vimos en reflexiones anteriores, "Pensador Libre" es sinónimo de "Hereje" y, por lo tanto, también de "Heterodoxo"; en el fondo, un Hereje, un Pensador Libre y un Heterodoxo es aquella Persona que no acepta ideas o pensamientos de imposición ajena. Un Hereje necesita probar una idea nueva, mediante la herramienta de la Razón, para incorporarla a su bagaje cultural y hacerla suya.

Los gnósticos, de todos los tiempos, desde Zoroastro a Buda y de Jesús o Apolonio de Tiana a Manes o Valentín de Alejandría, siempre fueron vistos como enemigos de la ortodoxia aceptada; es decir, de las doctrinas y dogmas de las religiones estatales de sus respectivas épocas.

Todas las religiones, aunque fundamentadas en base a la Gnósis primordial; sin embargo, están construidas en torno a verdades a medias; es decir, mentiras interesadas con el fin de hacer valer un tipo concreto de gobierno político; ya fuere el absolutismo monárquico, una dictadura fascista o los imperialismos teocráticos.

La Gnósis siempre ha predicado la Libertad de Pensamiento y por lo tanto, en origen, es enemiga de los encorsetados dogmas teológicos impuestos por terceras personas. Lo cierto es que no ha existido, en tanto que "Conocimiento", una sola Gnósis; sino que han sido muchas y diversas visiones de la Gnósis, aquello que en éste lugar denominamos como Gnósticismo.

La propia Iglesia de "Pedro", desde su fundación, tuvo que bregar con los Cristianos gnósticos, neoplatónicos y pitagóricos. A medida que la Iglesia acababa, a base de espada y fuego, con unos grupos gnósticos, aparecían otros como el arrianismo, los bogomilos, valdenses y otros, los cuales, del mismo modo, eran extinguidos con la fuerza de las armas; pero la Gnósis, como no podía ser de otro modo, ha persistido hasta nuestros días; en tanto que, el Libre Pensar es consustancial con el Libre Albedrío de la Naturaleza Humana.

Para nosotros, los que nos sentimos agnósticos (Ignorantes) más que gnósticos (Eruditos), que nos denominen herejes, heterodoxos o librepensadores, no puede ser otra cosa que un auténtico honor. 

Es triste observar como la Expresión "Libre Pensador" se utiliza de un modo erróneo por aquellos que se autodenominan como "ateos"; esto es cierto, hasta tal punto que hoy en día, en muchos ámbitos fraternales, ambas expresiones son vistas como sinónimas; pero un Ateo, del mismo modo que una Persona Religiosa, no pueden considerarse como librepensadores, en tanto que sus pensamientos están suscritos a la ideología que profesan, ya sea el Teísmo o el Ateísmo.

Un Libre Pensador; es decir, un Hereje auténtico, no está sujeto a cualquier tipo de dogmas monolíticos y todo, absolutamente todo, se encuentra en situación de ser discutido, mediante el Pensamiento Filosófico, conforme a los más recientes avances científicos. Nada, en la Gnósis, es monolítico e intocable como sucede en las religiones o en los grupos ateos, aunque sus dogmas sean exactamente contrapuestos, la existencia o inexistencia de Dios.

Para los gnósticos, Dios, el Creador, el Pleroma o la Mente Cósmica, son solo términos humanos creados para definir lo incognoscible; no se trata de objetos o sujetos tangibles con entidad personal o humana; dicho de otro modo, solo son conceptos que se usan para poder darnos a entender; pero, en modo alguno, son algo sagrado e irrenunciable, en el caso de que mañana surgiera una forma más apropiada de referirnos al origen de Todo.

Es por ello que es tan difícil acabar con todos los gnósticos y, por lo tanto, con el Pensamiento Gnóstico. Los gnósticos, a pesar de lo contado por la Inquisición, no estamos dispuestos a convertirnos en mártires o víctimas propiciatorias a favor de determinados conceptos abstractos. Los gnósticos, en realidad, no eran exterminados por sus convicciones religiosas sino por intereses políticos con el fin del Clero y sus secuaces, hacerse con las tierras, propiedades y bienes de aquellos que, como los albigenses y valdenses, profesaban ideas semejantes; pero que no se sometían a la autoridad fiscal del Papa y de sus reyes.

Aralba R+C