"La Rosacruz, alemana y Patrimonio de la Humanidad"
-El Mundo anglosajón, genes de piratas-
De todas las novelas o películas que se han realizado acerca de los piratas, rara es aquella Obra, ya sea cómica o dramática, que no destile cierto aroma de nostalgia y heroísmo; y ello, a pesar de que la piratería no es otra cosa que bandidaje marítimo y sus miembros asesinos despiadados y amantes de lo ajeno. Esa aureola mítica es debida a que la Piratería fue, fundamentalmente, no solo, un fenómeno anglosajón creado para minar el comercio marítimo de las otras potencias marítimas, ya fueran la holandesa, la portuguesa, la francesa o la española.
La Piratería, por ser un fenómeno fundamentalmente británico, también se puede observar en otros ámbitos y que no son el propiamente marítimo; en tanto que, también es piratería el plagio de las obras de terceros, adecuándolas a la idiosincrasia propia de los propios piratas. Según nos adentremos en la reflexión, esperamos que se pueda entender cuál es nuestra directiva principalen éste Trabajo.
La Rosacruz, según se muestra claramente en los manifiestos rosacruces, es un fenómeno nacional, puramente alemán, y surgido del seno del más genuino protestantismo luterano; en eso, creemos que no existe alguna duda entre los investigadores más serios del rosacrucismo.
Algunos, en éste punto, se preguntarán ¿Donde se encuentra la Rosacruz Alemana? Y ¿Por qué los movimientos rosicrucianos y sucedáneos, como la Masonería, han prosperado en otros países, fundamentalmente anglófonos, más que en la propia Alemania? La respuesta es sencilla, la verdadera, la única Rosacruz, no solo es Alemana sino también "Secreta"; que no discreta.
La mayoría de las entidades rosicrucianas, hoy existentes, salvo la Rosacruz Antigua de Krum Heller, han prosperado o nacido en territorio anglosajón. Así, la propia Masonería, aunque inspirada en el Rosacrucismo Alemán, no deja de ser un producto genuinamente adaptado a la naturaleza británica. Es cierto que, según ésta se fue dividiendo en obediencias y extendiéndose por el resto del Mundo, fue adquiriendo connotaciones diferentes; pero sin perder, nunca, esa idiosincrasia genética tan propia del Mundo Anglosajón. Así, la Masonería, en general, siempre fue nido de espías y conspiradores; en principio al servicio de la Corona Británica y, con posterioridad, básicamente, de las repúblicas laicas procedentes de la influencia de la Revolución Francesa; pero no vamos a continuar por aquí, dado que éste es un Lugar dedicado a los Rosacruces, no a la Masonería.
Aunque la Ordo Templo de Orientis, por ejemplo, sea un movimiento rosicruciano originado en Alemania de la mano de Theodor Reuss y otros, no deja de estar cimentada en la propia Masonería y su prosperidad se ha desarrollado en territorios anglófonos que nada tienen que ver con el Pueblo Teutón.
Otro tanto se puede decir de la mayoría de las organizaciones rosicrucianas más conocidas, desde la Golden Dawn y todas sus derivadas, en el Reino Unido, hasta las surgidas en los Estados Unidos como la Fraternitas Rosae Crucis del Reverendo Clymer, la Rosicrucian Fellowship de Max Heindel o la Antigua y Mística Ordo Rosae Crucis de Spencer Lewis. Todas ellas organizaciones que, aún teniendo un difuso origen en la Rosacruz Alemana, no dejan de ser otra cosa que construcciones adaptadas al pensamiento anglosajón. Ello se ve claramente en el modo de enseñanzas por correspondencia tan típico del Mundo Estadounidense.
Si esas fuesen la verdadera manifestación de la Rosacruz Alemana, estaríamos hablando de una Rosacruz extremadamente diferente a la que se mostraba en los originales manifiestos rosacruces y su espíritu habría derivado del Nacionalismo Luterano Alemán a una suerte de Colonialismo anglosajón con tintes judaicos de inspiración masónica y teosófica. Digamos entonces, que tales rosacrucianismos van encaminados, más bien, a transmitir un espíritu de publicidad anglosajona, muy diferente al que los fundadores de la Rosacruz Alemana tenían previsto en sus escritos originales.
La Rosacruz Alemana, la original, sigue existiendo y tiene su Sede en Alemania, no en Holanda, Francia, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia o Nueva Zelanda; pero en tanto que es verdaderamente secreta, poco más se puede conocer de su Sede concreta o del nombre de sus Hermanos Mayores; los verdaderos Adeptos de la Rosacruz.
Eso no quita para que ustedes no dejen de ser genuinos Estudiantes de la Rosacruz, independientemente de la Escuela a la que estén adscritos, ya sea europea o estadounidense. El hecho de estar ustedes aquí, con nosotros, corrobora que fueron llamados para recibir las verdaderas enseñanzas de la genuina Rosacruz Alemana. Una Enseñanza Cristiana, Reformista y Gnóstica previa al paganismo judaico masónico británico de las Grandes Logias o al laicismo de los grandes Orientes procedentes de la Tradición Francesa.
La Rosacruz es una construcción Alemana originada en el Siglo XVII y que no es patrimonio de nadie en particular; sino de toda la Humanidad. Una construcción que, como tantas veces hemos dicho, está fundamentada en la Filosofía del Amor predicada por el Cristianismo Original, antes de que se convirtiese en una Iglesia Estatal. Un Cristianismo que no solo hereda gran parte del monoteísmo judaico, de origen sumerio o del Egipto monoteísta de Akenatón; sino también del gnosticismo neoplatónico, pitagórico y alejandrino.
Se trata del Cristianismo Original, heredero de la tradición zoroastriana y que se ve ilustrada en la visita de los magos de Oriente a Belén dirigidos por un genuino acontecimiento estelar, la conocida como Estrella de Belén.
Es el Cristianismo de la visita de Jesús, durante su infancia y Juventud, a las místicas tierras de Egipto, donde aún se mantenía viva la llama eterna de la Filosofía que fuera transmitida a la Grecia Clásica mediante las Escuelas de Misterios en Egipto; en tanto que los grandes maestros griegos fue allí donde adquirieron los conocimientos que luego transmitirían al Imperio Romano y, consecuentemente, a Europa.
Bien, esperamos que se entienda el mensaje subliminal que hemos intentado transmitir y para cuya comprensión no hay que ser en extremo lumbreras. En definitiva, como en todo, también en ésto de la Rosacruz, acudan a lo original y eviten los sucedáneos contaminados por aquellos que han tratado de adueñarse de un Conocimiento Universal con el fin de transmitir más que las ideas rosacruces, las propias suyas y que poco o nada tienen que ver con la verdadera Rosacruz.
Aralba R+C
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